El sistema IMS está agotando su futuro. El grupo de los armadores
más influyentes de la vela nacional se reunieron hace unas semanas
en Valencia, con motivo de la disputa de la Copa de la Reina, para
debatir la posibilidad de abandonar estas normas y apostar para el
año 2005 por el sistema traspac 52, un barco cuya fórmula ya
funciona en varios países y que permitirá a las embarcaciones
navegar en tiempo real, lo que hará más atractivo este deporte.
En la reunión en la que estuvieron presentes el rey Harald de
Noruega, José Cusí, John Cook, Vicente Tirado, Pedro Perelló y
otros importantes armadores de la flota española, los patrones
expresaron su deseo de que llegue a España el traspac 52. Hay seis
o siete armadores que ya tienen decidido construirse uno para 2005
y no se descarta que la cifra pueda llegar a la decena en el primer
año.
Experiencia
La clase traspac 52 funciona ya en varios países y hace más
atractivo el deporte de la vela. Se trata de barcos del mismo
tamaño (52 pies), aunque no son monotipos ya que pueden
construirlos diferentes diseñadores. Los barcos deben realizarse
bajo unos parámetros (tamaño del barco, de las velas), pero la
principal ventaja que tiene es que se navega en tiempo real, bajo
una fórmula similar a la que rige la Copa América. Son
embarcaciones grandes y contrariamente a lo que sucede actualmente,
el que cruza primero la meta es el que gana la regata.
La fórmula IMS permite navegar en la misma categoría a barcos de
57 pies con veleros de 42 pies. Este hecho provoca que las
embarcaciones apenas se vean en toda la regata, ya que el grande se
distancia nada más tomarse la salida. Este distanciamiento provoca
que muchas veces no naveguen en las mismas condiciones de viento.
Además es muy difícil seguir la regata porque al compensarse los
tiempos puede producirse que una embarcación que ha entrado varios
minutos más tarde que el primero en tiempo real, sea el líder en
tiempo compensado. Al final, en el formato IMS la competición es
contra tí mismo.
Ahora parece que la fórmula IMS, la que se ha utilizado la
última década en España, agota su vida. El traspac 52 acaparará
todo el protagonismo y aunque probablemente se siga navegando con
los IMS su repercusión será muy débil, ya que los principales
armadores van a apostar este sistema.
Con el nacimiento de los traspac 52, los cruceros tratan de
popularizar el deporte de la vela. Todos los barcos navegarán en
tiempo real y las tripulaciones serán las que ganen regatas. Contar
con un buen caña, adquirirá la dimensión que realmente debería
tener. Además el nuevo sistema dará un respiro a las arcas de las
empresas patrocinadoras, ya que el mismo barco puede ser
competitivo durante tres o cuatro años. Sin duda será un factor
importante para poder mantener los esponsors y tratar de captar
nuevas firmas. Bajo el formato IMS, los patrocinadores que quieren
que su velero sea competitivo tienen que construir un barco nuevo
cada año, y aún así tienen que ver como embarcaciones más pequeñas
y modestas les adelantan en tiempo compensado.
El traspac 52 será la nueva fórmula de los barcos que navegaban
en el grupo IMS 500, pero también se está buscando una fórmula para
los IMS 600. Se habla de un barco de 40 pies y de unas reglas
similares a las de los traspac 52, aunque el tema no está tan
avanzado como en el caso de las grandes embarcaciones.
Los armadores pretendan que las regatas de cruceros se asemejen
a las carreras de fórmula uno: se establecerán unas normas a partir
de las cuales los equipos deberán agudizar su ingenio para diseñar
un velero capaz de superar en tiempo real al resto de la flota.
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