El ciclista tejano del US Postal, quien se adjudicó la cuarta
etapa de la presente edición, dijo que «el público ha estado como
siempre, pero pasé más miedo en el Plateau de Beille, aunque aquel
día era solo un kilómetro y hoy cuatro o cinco. Pienso que la
organización debería hacer algo para buscar más seguridad para
todos, no sólo para los primeros. Es un peligro y puede que algún
día tengamos que lamentar algo».
Armstrong estuvo preparando la cronoescalada en Alpe d'Huez en
varias ocasiones, pero en la jornada de ayer, la realidad en la
carretera era diferente: «Conocía bien la subida, pero con la gente
no podía ver las referencias. Solo veía el número de la curva y
sabía que tenía que pasar por dos pueblos», comentó el pupilo de
Johan Bruyneel.
Respecto a su primer rival en la general, el italiano Ivan
Basso, a quien dobló a tres kilómetros de meta, el corredor texano
dijo: «Cuando le vi cerca me quedé sorprendido y me motivé más,
pero siento un gran respeto por él, porque representa el futuro del
ciclismo y del Tour de Francia».
Armstrong también se refirió a las actuales relaciones entre
Francia y Estados Unidos. «Ahora ambos países no están de acuerdo
en algunos temas y eso no me gusta, pero es una cuestión política.
Me gustaría que tuvieran una buena relación, entre otras cosas
porque para mí es muy importante el Tour de Francia», explicó.
«Francia es el país que más me gusta después del mío y de Texas,
claro. Es un país muy bonito, donde hay gente inteligente y aquí
tengo muchos amigos. He aprendido muchas cosas de su cultura»,
concluyó Armstrong.
Cara y cruz
En lo que al Illes Balears respecta, mientras Mancebo perdía
segundos en cada kilómetro, Vladimir Karpets escalaba hasta la
segunda plaza en la general de los jóvenes, ratificando las
esperanzas que en él han depositado Echávarri y Unzúe.
La sexta plaza que ocupa el de Navaluenga no invita al
optimismo, más teniendo en cuenta que Ullrich y Klöden y compañía
han recuperado terreno, alejando del podio de los Campos Elíseos al
jefe de filas del Illes Balears, cuya regularidad y combatividad no
han tenido recompensa con la llegada de los Alpes, que han acabado
de dictar sentencia sobre un corredor que se vació durante los
Pirineos. El director general d'Esports, Pepote Ballester, ha
podido realizar el recorrido de la cronoescalada y hoy seguirá la
jornada con salida en Bourg d'Oisans y la Grand Bornand, el último
contacto directo con la montaña y una jornada que puede servir para
aclarar algunos puntos que quedan por perfilar en las diferentes
clasificaciones del Tour de Francia.
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