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Fernando Fernández|ATENAS
La clasificación de Felipe Vivancos para los Juegos de Atenas tuvo sus momentos de máxima tensión. Después de ser desposeído del récord de España, se desquitó en los nacionales de Almería con un triunfo cargado de rabia y demostró una vez más que en los 110 metros vallas no tiene rival en nuestro país. El atleta ibicenco firmó 13.49 y se aferró a sus opciones olímpicas tomando el último tren con destino a Atenas que pasaba por delante suya.

Este percance y las moelstias en el tobillo que tuvieron como consecuencia han mediatizado la preparación del deportistas adscrito al laureado Club Pitiús. «El pie no me responde todo lo que yo querría, pues son muchos meses compitiendo y entrenando a un elevado nivel. Después del affaire del récord, tuve que forzar un poco más para clasificarme y me ha costado mantenerme, pero al final logré la plaza y valió la pena el esfuerzo, aunque ahora estoy mejor que hace una semana y espero en la pista cumplir con mi objetivo», explicó Vivancos, que tomará la salida en la primera serie clasificatoria de los 110 metros vallas (8:35, hora española).

Saldrá desde la calle uno, haciendo valer su registro de 13.49, el quinto mejor de su tanda, en la que el letón Stanislavs Olijars (13.08) tiene muchos números para hacerse con el triunfo, «que a estas alturas es lo de menos. Hay que ser prácticos, y éso pasa por meterse en la siguiente ronda», comenta Vivancos, que tras su participación en Atenas regresará a Eivissa para pasar unos días de descanso en compañía de sus familiares, novia y amigos. «Me los merezco, pues la temporada se me ha hecho larga. Sueño con el día en que llegue a casa y me pueda estirar en el sofá...», dice el vigente campeón de España y único representante de nuestro país en la prueba.