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La visita del Real Mallorca al Coliseum Alfonso Pérez ha dejado sensaciones enfrentadas. La plantilla pudo festejar al fin su primera victoria en el campeonato, pero el partido ante el Getafe ha provocado también que la enfermería del cuadro balear reciba las primeras visitas de la semana. El grupo de Benito Floro regresará esta mañana al trabajo en las instalaciones de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio, pero lo hará con las dudas de Pereyra y Luis García, que tras participar el domingo en el recinto madrileño han vuelto a la Isla arrastrando molestias físicas. En el caso del centrocampista argentino, padece una contractua en los gemelos de su pierna derecha y su concurso en las próximas jornadas depende del diagnóstico que emitan los médicos del club después de realizarles las exploraciones oportunas para valorar el alcance de su lesión.

Luis García en cambio, sufre una contusión en su cuadríceps derecho y por el momento también se desconoce si estará a punto para afrontar la próxima jornada de liga ante el Málaga. El que ya ha recibido el alta médica es el uruguayo Fernando Correa, que sin embargo, sigue cumpliendo la sanción impuesta por la FIFA después de su positivo del pasado mes de marzo. Las dos posibles ausencias no deberían preocupar en exceso al técnico mallorquinista, pese a que ambos contribuyeron decisivamente con su actuación a la primera victoria del curso. El técnico asturiano cuenta con numerosos argumentos de mitad de campo hacia adelante y podría echar mano de ellos para cubrir espacios. Las alternativas de Marcos Martín o Delibasic cobrarían fuerza en caso de confirmarse su baja y permitirían al preparador salir del paso ante las primeras dificultades de la temporada.

La plantilla iniciará desde hoy un trabajo encaminado al próximo compromiso y Floro podrá calibrar sus posibilidades a lo largo de las cinco sesiones que tiene todavía por delante. La intención del equipo es acabar con el maleficio que sacudió Son Moix la temporada pasada y empezar así a sumar crédito ante su hinchada.