El Mallorca B buscará esta mañana una victoria que le reactive y
que le involucre por fin en la competición. Con un sólo punto en su
mochila y con la sensación de que le espera un duro camino por
delante, el filial mallorquinista recibe al Vecindario dispuesto a
celebrar su primer triunfo y a romper su maleficio como local. Los
dos intentos fallidos ante Madrid B y Rayo Vallecano han espoleado
los ánimos de los baleares, que no saben lo que es puntuar desde
que alzarán el telón del curso en su viaje a Fuenlabrada. (Lluis
Sitjar, 11.30 horas).
El segundo equipo bermellón es por el momento el peor equipo de
la competición cuando actúa como local y el único que no ha logrado
un solo punto en su feudo. La otra gran asignatura pendiente pasa
por lograr algún gol en la Isla, ya que hasta la fecha sus números
en ataque -un tanto en cuatro partidos y conseguido fuera de casa-
resultan preocupantes.
El entrenador mallorquín Toni Cazorla ha sufrido esta semana el
acoso de las bajas y deberá recomponer el equipo inicial
introduciendo algunos cambios sobre el terreno de juego. Las más
significativas son las de Luciano y Dani Camacho, ambos por
cuestiones físicas, que afectarán directamente a la línea atacante
y al corazón de la defensa. Además, el técnico tampoco podrá echar
mano de Comini, Miguel Àngel, Tito y Busi. La convocatoria para
esta quinta jornada estará integrada entonces por Cabrero, Astrada,
Jose, Souaidy, Rafita, Campos, Víctor, Javi Fernández, Moreno,
Xisco Cladera, Ernesto, Sebas, Enric Pi, Carmona, Rigo, Dani y
Zazo.
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