Los directivos de la Federación Española prefieren hablar de
«imprevisión» antes que de mala fe o encerrona, pero tanto Luis
Aragonés como sus ayudantes el malestar fue evidente, porque
consideran que se ha obstaculizado demasiado la preparación del
conjunto español en su primer día en Lituania.
Todo salió mal desde la llegada a Vilna. Primero, los jugadores
debieron aguardar más de una hora para poder recoger su equipaje,
luego almorzaron sobre la marcha, porque hubo que adelantar el
entrenamiento hora y media, por la falta de luz del terreno de
juego de la práctica. Y, por último, ni siquiera se bajaron del
autocar, al comprobar el mal estado del campo de la Ciudad
Deportiva del Zalguiris de Vilna.
«Zalguiris», traducido al español, viene a significar «un bosque
verde y frondoso» y poco menos que eso fue lo que se encontraron
los técnicos del conjunto español. Un campo muy descuidado, al que
se accedía por una «bucólica vereda» llena de margaritas, con las
porterías oxidadas, las redes anudadas de forma muy rudimentaria y
un terreno de juego lleno de hoyos, en el que el césped, más que
natural, era «salvaje».
Luis Aragonés ni dejó bajar a los jugadores del autocar, porque
prefirió cambiar la rutina de entrenamientos antes que exponerse a
que se lesionase algún futbolista en vísperas del enfrentamiento
contra Lituania.
La Federación Lituana, entonces, ofreció un campo de hierba
artificial que sí tenía iluminación, pero el seleccionador tampoco
lo consideró oportuno, por lo que el preparador físico, Jesús
Paredes, dirigió, durante 20 minutos, una sesión de estiramientos
en las instalaciones del hotel donde está concentrado el equipo y 5
ó 6 jugadores la completaron en el gimnasio.
Paredes mostró su malestar por la situación. «Primero, nos
secuestraron las maletas durante una hora y, luego, nos dijeron que
no había luz y que había que ir a ese otro campo, en el que no se
podía entrenar», indicó.
La Federación española no quiere hablar de premeditación en esta
situación, pero recuerda que envió una carta a los directivos
lituanos en la que se especificaba que el equipo pretendía
entrenarse a las 18.30 horas.
Sólo al llegar a Vilna, se le comunicó que no podía entrenarse a
esa hora en las instalaciones previstas, las que meses antes fueron
a ver los representantes de la Federación Española, porque ahí iba
a estar la selección lituana.
Tras lo ocurrido, Luis Aragonés ha programado una doble sesión
de entrenamiento para hoy martes. Por la mañana, en las
instalaciones de la Federación Lituana y por la tarde en el estadio
del Zalguiris, donde el miércoles se disputará el partido de la
fase de clasificación del Mundial de Alemania 2006.
Los jugadores de la selección española consideran que ni el
terreno de juego del estadio Zalguiris, ni el frío pueden ser
excusas para buscar una victoria, ante Lituania mañana que
clarifique el futuro mundialista del equipo.
Pese a que desde que aterrizaron en Vilna todo han sido
problemas -con las maletas, el horario de entrenamiento y el campo
de la práctica- los jugadores españoles no quieren refugiarse en el
tópico, ni admiten que los factores externos condicionen su
rendimiento.
En ello coincidieron Víctor, Xabi Alonso y Joaquín, que aseguran
que España está en condiciones de sumar un nuevo triunfo que le dé
el liderato del grupo 7 europeo de la fase de clasificación
mundialista.
«Al final, lo que más importa es el rival que tengas enfrente,
el campo solo no te va a meter goles. Hay que adaptarse a todas las
circunstancias que tengamos para conseguir una victoria que sería
un salto muy importante, pero eso no quiere decir que vaya a ser
fácil, porque todas las condiciones que vamos a encontrar van a
ponérnoslo muy difícil», dijo Víctor. El centrocampista, que podría
entrar por Joaquín, destacó que el partido contra Lituania será más
complicado que contra Bélgica (2-0). Joaquín, que se presentó en
Vilna con un traje blanco de verano, afirmó que esperaba que
hiciese frío, «pero no tanto».
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