Alexei Shirov (izquierda) mueve pieza; Paco Vallejo observa la acción. Foto: TERESA AYUGA

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Albert Orfila/Efe
El gran maestro Alexei Shirov sacó a relucir su genio y dio el triunfo a España que ganó por la mínima, 2,5-1,5, a Francia, en la sexta ronda de la Olimpiada. El ruso nacionalizado español, con blancas, hizo una partida de las suyas, esas que tanto satisfacen a los aficionados porque son arriesgadas y divertidas. Desde la apertura, la posición era un lío tremendo. Primero ofreció un peón, que aceptó Laurent Fressinet, y después una calidad (torre por caballo o alfil) para montar un feroz ataque sobre el rey del francés que no había podido enrocarse.

En la jugada 19, las computadoras ya daban ventaja a Shirov que no cejó en su ataque e hizo abandonar a Fressinet, en el movimiento 28, ante la amenaza de mate. Una gran partida del español. Paco Vallejo, con negras, hizo tablas con Josif Dorfman, un jugador de origen ruso, muy experimentado, que fue analista de Gari Kasparov, en pocas jugadas y en apenas dos horas de juego. El ajedrecita menorquín, que hasta ahora había ganado todas las partidas que había disputado (cuatro de cuatro), no pudo esta vez con Dorfman y tuvo que conformarse con el empate en un partido muy trabada.

Miguel Illescas, vigente campeón de España, se incorporó al fin al equipo. Ha llegado de Brissago (Suiza), donde ha sido analista del ruso Vladimir Kramnik. Estuvo a punto de vencer al francés Alexandre Nataf pero el final al que llegaron, con dama y cuatro peones por bando, era muy difícil de concretar a pesar de su pequeña ventaja por la mejor estructura de sus peones. La ausencia de Illescas ha generado polémica, entre otras cosas, por el agravio comparativo que ha supuesto con Vallejo. El balear solicitó a la FEDA incorporarse a Calvià 2004 con un día de retraso para poder disputar un torneo en Dinamarca, petición que le fue denegada; con Illescas, el trato de la Española de ajedrez ha sido distinto. Su presencia en Brissago y tardía llegada a Calvià así lo corrobora.