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A. Aguiló / Efe
España se redimió ayer de sus dos útlimos tropiezos (ante India y Estados Unidos) y derrotó con autoridad a Grecia por 2,5-1,5. Curiosamente, en esta décima ronda, ni Vallejo ni Shirov fueron los autores del desequilibrio. El jugador determinante ante los helenos fue el actual campeón de España, Miguel Illescas, quien con su triunfo ante Dimitrios Mastrovalis empujó al equipo español a la victoria. El líder del equipo, Shirov, firmó tablas con Vasilios Kotronias, lo mismo que Vallejo ante Papaioannu y Alfonso Romero ante Ioannis Nikolaidis. Fue una victoria justa que permite a los españoles recuperar el terreno perdido y regresar a las posiciones de cabeza.

En el primer tablero, Alexei Shirov, con negras, hizo tablas con Vasilios Kotronias en una partida que comenzó con la variante Pelicán de la defensa Siciliana. La fase de apertura fue jugada a toda velocidad, señal de que los dos ajedrecistas conocían bien la línea seguida. Hubo cambio masivo de piezas y se llegó a un final «tablífero» de torre y 5 peones del griego por torre y cuatro peones del español. Y, en poco más de dos horas de juego, se firmó el empate.

Vallejo jugó una inglesa con Papaioannu. Hubo enroques diferentes, el español largo y el griego corto. La partida, táctica, estaba bastante igualada aunque Vallejo tenía una ligerísima ventaja que no podía concretar. Otras tablas. Illescas, con negras, y en la partida más larga, logró vencer a Dimitrios Mastrovasilis. El rey del español tuvo que hacer un largo recorrido desde su posición original en e8 hasta a8. La posición era muy abierta y muy compleja. El español cambió su dama por torre y caballo y quedó un final curioso.