Carlos Moyà lleva muchos años en el equipo español de Copa
Davis. Su paso ha sido intermitente (la lesión en la espalda le
impidió estar en el equipo del 2000) pero en los dos últimos años
ha adquirido un protagonismo absoluto. El año anterior era el líder
del grupo pese a que jugaba como número dos ya que Juan Carlos
Ferrero tenía mejor ránking que él y este año lo sigue siendo. Es
cierto que su obsesión con la Ensaladera le ha obligado a exigirse
mucho, pero ha contado con la ayuda de Rafael Nadal. El tenista
manacorí ha ido sorprendiendo eliminatoria tras aliminatoria hasta
que el pasado viernes se consagró como una de las mejores raquetas
del planeta.
Su tío y entrenador, Toni Nadal, dice que considerarle el héroe
de Brno es un calificativo demasiado generoso ya que perdió dos
partidos (en su debut ante Jiri Novak y en el dobles) y sólo ganó
uno (frente a Stepanek). Pero su triunfo fue en el punto decisivo,
superando además con 17 años una presión brutal. En Alicante volvió
a aceptar uno de esos retos que está al alcance sólo de los
elegidos. Sustituyó a Moyà en el cuarto punto y volvió a lograr la
clasificación del equipo español, esta vez para la final.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.