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WTC CORNELLÀ 81
DRAC INCA 109

CORNELLÀ (25+14+19+23): Gabi Domínguez (12), Nathan Higgs (17), Carles Bravo (8), Alex Sanmartín (3), Andreu Matalí (21), -cinco inicial- Néstor Zamora (7), Adolfo Sada (13), Dani Merchán (0) y Rubén Cantón (0).

27 de 42 en tiros de dos puntos, 5 de 23 en triples y 12 de 16 en tiros libres. 23 rebotes (13 defensivos y 10 ofensivos) y 23 faltas personales.

DRAC INCA (30+24+25+30): Alberto Alzamora (18), Sergio Rodríguez (23), Chris Sneed (11), Stevie Johnson (12), Lolo Castro (10), -cinco inicial- Adrián Boccia (6), Quique Moraga (9), José María Pedrera (5) y Joan Riera (15).

34 de 44 en tiros de dos puntos, 11 de 17 en triples y 8 de 21 en tiros libres. 31 rebotes (21 defensivos y 10 ofensivos) y 21 faltas personales.

Àrbitros: Feixa Ibáñez (Catalunya) y Ramos Merino (Madrid). Señalaron falta antideportiva a Gabi Domínguez y técnica a Omar Cantón y al técnico local, Miki Larraz. Sin eliminados.

Cristóbal Muñoz|CORNELLÀ

El Drac Inca sigue imparable, y el excelente estado de forma del conjunto de Juan Díaz tiene su mejor exponente en el resultado de ayer en la cancha del Cornellà. Los de es Raiguer pasaron por encima del cuadro de Miki Larraz, que acabó perdiendo los nervios ante la evidente superioridad de un Drac Inca que salió plenamente concentrado para sentenciar un choque en el que estaba en juego dar un salto de calidad en la clasificación y seguir con opciones de disputar la Copa LEB-2.

La practicidad fue el argumento del Drac Inca en los primeros diez minutos de juego. Sergio Rodríguez se mostró infalible desde el perímetro y Alberto Alzamora se hizo con el control de la pintura. El dominio ejercido por el Inca fue total, sin respuesta por parte de un Cornellà que sólo dio señales de vida en el tercer cuarto, aunque el Drac Inca se permitió varias licencias en el electrónico. De hecho, los de Juan Díaz gozaron de una máxima renta de veinticuatro puntos (41-65), aunque lo mejor estaba aún por llegar, pues el recital ofensivo del Drac Inca no se paró en ese punto.

Al contrario, las diferencias se mantuvieron, pero las posibilidades de derrota inquense se reducían a medida que los minutos iban corriendo. Los elevados porcentajes de acierto en tiros de dos puntos y la seriedad que dejó ver en todo momento el Drac Inca eran sus dos principales argumentos, aunque Andreu Matalí se convirtió en su principal amenaza. Los últimos diez minutos resultaron un mero trámite para un Drac Inca que sigue con paso firme en su camino hacia la cúspide de la clasificación. El equipo ya se ha ensamblado y los resultados son la mejor carta de presentación de un bloque que promete buenas noticias para el próximo mes de mayo.