Japón abre sus fronteras. Sin prisa, pero sin pausa, el acento
nipón comienza a mezclarse por los vestuarios más selectos del
panorama continental. La aventura que inició Hidetoshi Nakata hace
ya más de un lustro, cuando desembarcó en el Perugia, dejó las
huellas en un camino que han seguido media docena de compatriotas.
Los nombres de Yanagisawa (Messina), Nakamura (Regina), Takahara
(Hamburgo), Shinji Ono (Feyenoord) e Inamoto (West Bromwich Albion)
comienzan a despuntar en la exigente pasarela del fútbol
continental. Atraidos por los euros y el eco publicitario de su
país, cada vez son más los futbolistas que optan por hacer las
maletas, recorrer medio planeta y probar fortuna en las mejores
Ligas del mundo. En este curso 2004-05, seis japoneses militan en
los mejores campeonatos del viejo continente, una cifra que desde
hoy contará con un recién llegado: el mallorquinista Yoshito
Okubo.
Hidetoshi Nakata. Es el máximo exponente del fútbol japones, una
mina de hacer dinero. Hidetoshi Nakata (Yamanashi, 1977) milita
este curso en la Fiorentina, después de haber desfilado por
Perugia, Roma y Parma, quien lo compró al club romano por 27
millones de dólares, convirtiéndose en el jugador japonés más caro
de la historia. Su debut con el Peruggia en la temporada 1998-99 le
convirtió en un héroe al anotar dos goles a la Juventus. Ese año
presentó una hoja de servicios sobresaliente (33 partidos y 10
goles) y fue elegido el mejor fichaje extranjero del Calcio. Con la
Roma, que le fichó en el verano de 1999, alcanzó escudetto formando
una dúpla mortal con el argentino Gabriel Omar Batistuta. Elegido
mejor futbolista de Asia en 1997, 98 y 99, Nakata pasó con más
penas que gloria por el Parma antes de recalar, esta temporada, en
la renacida Fiorentina. Todavía no ha marcado ni un gol en el
presente campeonato.
Shinji Ono. Hoy por hoy, es el futbolista japonés más en forma.
Nacido en Shizuoka en 1979, este centrocampista del Feyenoord de
Rotterdam destaca por su velocidad, su visión de juego y su
sacrificio durante los noventa minutos. Comenzó su carrera en el
Urawa Reds, donde compartió vestuario con el actual secretario
técnico del Barcelona, Txiqui Beguiristain. Ono alternó la
selección absoluta japonesa en el Mundial'98, con el combinado
sub-20 en el Mundial de Nigeria'99.
Inamoto. Centrocampista de calidad, juega en el West Bromwich
Albion, colista de la Premier League, después de militar varias
campañas en el Arsenal. Con el conjunto inglés, por cierto, visitó
la Isla en el debut del Real Mallorca en la Champions League. Fue
el jugador más joven de la Liga cuando debutó con el Gamba Osaka en
1997 -tenía apenas 17 años- y de inmediato dio el salto al
combinado nacional primero y después a la Premier, donde desembarcó
en el verano de 2001.
Takahara. Otro de los futbolistas japoneses que brilla en
Europa. Naohiro Takahara, de 24 años de edad, milita en el
Hamburgo, tras desfilar por las Universidades de Shimizu y Tokio y
pasar por el Jubilo Iwata. Con el campeón nipón marcó 58 goles en
105 partidos. Esos números llamaron la atención del Boca Juniors,
que lo fichó con tan sólo 21 años. Sin embargo, su aventura
argentina se acabó antes de tiempo. Sólo jugó seis partidos y marcó
un gol. Su regreso al Jubilo Iwata fue espectacular (26 tantos en
27 partidos) y fichó por el Hamburgo, convirtiéndose en el tercer
japonés de la Bundesliga tras Tasuhiko Okudera y Kazuo Osaki.
Yanagisawa. Este delantero con experiencia milita en el Messina
cedido por la Sampdoria.
Nakamura. Ariete del Reggina que en su día estuvo en la órbita
del Real Madrid.
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