Yoshito Okubo, rodeado por cámaras de televisión y fotógrafos, juega con el balón sobre el césped de Son Moix, ayer, tras su presentación como jugador del Mallorca. Fotos: MONSERRAT

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La Okubomanía se instala en Son Moix. Cubierto por un manto mediático de proporciones siderales, con periodistas japoneses por todas partes y eclick de las cámaras digitales retumbando en cada rincón del estadio, la presentación de Yoshito Okubo (Fukuoka, 09.06.1982) trasladó el nombre del Real Mallorca al extremo oriental del planeta, provocando el mayor salto mediático de su historia. Unos 50 periodistas nipones invadieron la sala de prensa para filmar y captar las primeras horas del delantero japonés en la Isla, un enjambre sin precedentes -ni el regreso de Cúper provocó tal revuelo- que añade una carga extra de presión al primer futbolista asiático en los 88 años de existencia del club y al tercero que desfilará por la pasarela de la Primera División española.

Enfundado en una americana de pana negra, una camiseta de sport gris y con el flequillo a la altura de sus rasgados ojos, Okubo no mostró ningún agobio por el ejército de periodistas. Ni siquiera la permanente presencia de un cámara de Wowow TV, la cadena que posee sus derechos, que se ha convertido en su sombra, ni los centenares de flashes que iluminaron su rostro enturbiaron la calma de un tipo que incluso se atrevió a ofrecer unas palabras en mallorquín: «Visca el Mallorca», soltó ante la sonrisa de los periodistas.

El reloj marcaba las 12.45 minutos cuando Okubo, acompañado por el presidente Mateo Alemany y por su traductor personal -un catalán que responde al nombre de Moisés- ascendió a la tarima de oradores. De repente, los reporteros les acribillaron a disparos fotográficos. Después de la tempestad, llegaron las palabras.

Mateo Alemany, después de bromear sobre si había en la sala algún periodista mallorquín, abrió el libro de la presentación destilando optimismo y esperanza: «Okubo ha sido seguido por el Mallorca el último año y medio. Además del seguimiento mediático, que batirá récords históricos en el Mallorca, es un futbolista que reúne las condiciones físicas y técnicas para triunfar aquí».

El presidente del club ensalzó la hoja de servicios del internacional japonés, principalmente su elección el pasado año como el mejor jugador joven de Asia, y apostilló en repetidas ocasiones que «nuestra apuesta está basada en las cualidades deportivas del futbolista», aunque en el trasfondo aparece los dividendos económicos que puede suponer su fichaje en un mercado que devora fútbol: «Como otros futbolistas, por el impacto que pueda causar en Japón su presencia en la Isla, podamos desarrollar todo nuestro programa de marketing, a través de merchandising, patrocinios y publicidad, pero esa es una cuestión paralela que va directamente ligada a su futuro en el club».

Cedido por el Cerezo Osaka hasta el 30 de junio de 2005, por una cantidad que ronda los 300.000 euros, el club se ha reservado una opción de prorrogar su contrato por cinco años más a cambio de abonar 2 millones de euros, una posibilidad que Alemany vislumbra con optimismo: «Tenemos el convencimiento de que el jugador se quedará muchos años en el Mallorca porque confiamos», recalcó, «en que será capaz de adaptarse a nuestro fútbol».

Okubo será inscrito el próximo día 1 de enero, cuando se abra el plazo para la tramitación de nuevas licencias, y podría debutar en la Liga el 9 ante el Deportivo. A pesar de la euforia generada y de la expectación, Alemany pide paciencia para «su adaptación» aunque confía en sus condiciones porque «tiene condicionar para triunfar en el fútbol español». El presidente finiquitó el acto invitando al medio centenar de periodistas nipones a conocer la Isla, que bautizó como «la más hermosa de Europa».

Héctor Cúper, a quien la avalancha de periodistas cogió por sorpresa, también valoró al recién llegado: «Le conozco tras verlo en acción en algunos vídeos. Es rápido, marca unos goles increíbles y creo que es un futbolista interesante. Pero vamos a ver cómo transcurre su adaptación. Con todos mis respetos, la Liga española es más fuerte que otras...».