Drac Inca se estrella en Guipúzcoa y suma su primer fracaso

GBC BRUESA (25+22+20+26): Bradley (7), Jackson (33), Esteban Martínez (2), Lauro (6) y Rodríguez (8). -cinco inicial-. También jugaron Aramburu (0), Llorente (16), Ariz Martínez (2), Legasa (9) y «Kuko» Cruza (10).

23 de 26 en tiros de dos; 12 de 23 en tiros de tres y 11 de 18 en tiros libres. 27 rebotes (20 defensivos). 21 faltas personales cometidas.

DRAC INCA (15+19+20+23): Lolo Castro (10), Josep María Pedrera (3), Quique Moraga (20), Stevie Johnson (8), Chris Sneed (6) -cinco inicial-. También jugaron Berto Alzamora (9), Sergio Rodríguez (9), Adrián Boccia (12) y Joan Riera (0). 25 de 39 en tiros de dos; 4 de 15 en tiros de tres y 15 de 21 en tiros libres. 21 rebotes (18 defensivos). 21 faltas personales cometidas.

Àrbitros: Uruñuela (vasco) y Martínez (asturiano). Eliminaron a Josep Maria Pedrera.

Cristóbal Muñoz|SAN SEBASTIÀN

El Drac Inca empezó el año con mal pie y dió forma a nueva derrota que le deja en inferioridad con respecto a un rival directo. El Bruesa guipozcoano fue en todo momento superior al equipo mallorquín y además de asegurarse una estancia en la parte alta de la tabla, ata también el basket average directo frente a los de Juan Díaz. Un paso atrás para los mallorquines, que acumulan su segunda derrota consecutiva en este arranque del segundo ciclo de la competición. El cuadro gualdinegro fue siempre a remolque en el marcador y empezó a cavar su propia tumba en el primer cuarto del encuentro, en el que fue amontonando su desventaja. Con el electrónico siempre a favor de los donostiarras, el quinteto balear se fue perdiendo en la inmensidad del partido y se le fueron cerrando las salidas, algo que impidió definitivamente la reacción posterior.

Antes de llegar al descanso, el Bruesa manejaba diferencias que superaban facilmente los diez puntos y el Drac Inca perdió a uno de sus hombres más determinantes, ya que el base Joan Riera sufría un encontronazo con un rival y debía abandonar el parqué lesionado en su pierna izquierda. Lolo Castro tuvo que asumir totalmente la dirección del juego y eso recortó las posibilidades de maniobra de Juan Díaz.

En el segundo tiempo del partido las cosas no cambiaron demasiado porque los locales seguían agarrados a su ventaja inicial y porque tampoco ofrecían síntomas de debilidad. Los inquenses, que se apoyaban en la puntería de sus jugadores más resolutivos, trataban de aproximarse a su enemigo a pequeños pasos, aunque no hallaron esperanzas de éxito hasta que se adentraron en la fase decisiva del encuentro. En el último cuarto y a falta de ocho minutos para la conclusión del choque, Drac Inca, que había llegado a perder de 20 puntos, vio la luz y a punto estuvo de echar por tierra los planteamientos del conjunto vasco. Adrián Boccia señalaba el camino con un triple que elevó los ánimos baleares y que vino acompañado de de una falta antideportiva del local Óscar Rodríguez. Esa acción disparó el entusiasmo de los isleños y sirvió para acortar diferencias en el tanteo. Moraga anotó los dos tiros libres que le correspondían y Alzamora completó un parcial de 0-7 que colocó acinco insular a sólo seis puntos de su rival. Pese a esa corriente optimista, todo se quedó en un espejismo. El Bruesa apretó los dientes y no se dejó sorprender. Se aplicó en defensa y mantuvo su constancia en ataque, algo que le catapultó a una victoria tan cómoda como merecida. El cuadro donostiarra se anota su primera ventaja y hace que las dudas vuelvan a sobrevolar el Palau d'esports d'Inca.