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ISKRA ODINTSOVO: Pakoulev, Gortzen, Kazakov, Gorbatkov, Melnik y Khoroshev. Líbero: Sidenko. También jugaron Makarov, Berezin y Beketov.

SON AMAR: Molto, Ruette, Pochop, Gatin, Miguel Àngel Falasca y Antiga. Líbero: Alexis González. También jugaron Pedro Cabrera, Luis Díaz, Vega y Dani Ruiz.

Àrbitros: Philippe Schürman y Bojan Brlas. Sin amonestados.

Parciales: 26-24 (24 minutos), 23-25 (25 minutos), 25-21 (23 minutos) y 25-21 (19 minutos).

R.D.
El Son Amar Palma cumplió el objetivo y ganó un set en Moscú, el botín necesario para acceder a la final four que se disputará el próximo mes de marzo y que decidirá el campeón de esta CEV. El conjunto insular afronta el choque de vuelta de esta eliminatoria ante el Iskra Odintsovo con buena parte del trabajo ya realizado. Y es que en la ida disputada la semana pasada en Son Moix, los de Bogoevski se impusieron con contundencia por tres sets a cero.

En el choque de ayer, disputado ante mil espectadores que llenaron la cancha, el conjunto mallorquín salió con una dosis de relajación que hasta se puede considerar lógica y permisible. Por contra, el Iskra se plantó en el parquet con ansias y deseos de fraguar una remontada que habría entrado a formar parte de los capítulos epícos de esta competición. El conjunto ruso libró un primer set muy serio, basando el potencial de su juego en un bloqueo extremadamente férreo. En muchas ocasiones, Ruette, Antiga y compañía se toparon con un bloqueo triple que convertía en tarea prácticamente imposible el pasar la bola con garantías de éxito.

Más cuando uno de los centrales del Iskra levanta 216 centímetros del suelo. Con esa baza y con un servicio certero, los de Moscú llevaron siempre el mando de la primera manga. El Son Amar estuvo cerca de darle la vuelta al marcador, apuró, pero al final tuvo que rendirse en el 26-24 tras 24 minutos de juego. El resultado parcial del primer acto hizo despertar al cuadro mallorquín. Vladimir Bogoevski se encomendó al capitán y colocador del equipo, Miguel Àngel Falasca, para buscar transiciones más rápidas en el juego de ataque. Con ello el preparador balear consiguió que el Iskra no consiguiera articular su tan temido y efectivo bloqueo. Y se consiguió.