La fiebre por la NBA se ha instalado en Badalona. Rudy Fernández
no sólo le ha dado un nuevo aire al DKV Joventut, sino que también
ha permitido que el baloncesto español sueñe con colocar a un nuevo
efectivo en la mejor liga del mundo. El nombre del mallorquín ya
sonaba desde su etapa como júnior. Fue el mejor del continente y
los ojeadores estadounidenses comenzaron a preguntar por un joven
con una velocidad y un talento que enamoraban.
La pasada Copa del Rey marcó un punto de inflexión en la vida de
este joven que está a punto de cumplir veinte años y tiene en su
mente muchos objetivos... Entre ellos, sacarse el carnet de
conducir. Su cartel de estrella le ha convertido en un ídolo. Ya no
es un anónimo por las calles de Barcelona. Y menos de Badalona. Sus
incontables compromisos publicitarios y deportivos copan la agenda
del nuevo valor de la cantera verdinegra.
En Atenas 2004, un triple suyo al filo del descanso y con
Estados Unidos al borde del K.O. le acabó de abrir las puertas.
Rudy ya era una realidad. Ese descarado escolta que a muchos les
habían vendido había cumplido las expectativas y esos tres puntos
resultaron decisivos para que comenzara la avalancha. Si antes ya
era regular su seguimiento por parte de los representantes en
Europa de las franquicias, ahora es permanente. No estar en la Copa
le impedirá volver a someterse a un examen de altura, pero en la
retina aún reside el MVP de Sevilla y su exhibición física.
Mullin, Thomas... Hasta los ilustres se han atrevido con Rudy.
Él tiene claro que aún le queda mucho por madurar y es el primero
que prefiere crecer en la ACB, y si es posible agradecer con un
título lo que la Penya ha hecho por él. En la selección ya tiene un
hueco asegurado y dar el salto al otro lado del Atlántico es
cuestión de ser paciente, pensarlo mucho y esperar el momento justo
para hacer realidad un sueño.
Rodolfo y Maite, sus padres, son los primeros que abogan por la
prudencia y no quieren que el paso a la NBA sea una pesadilla, un
trauma. «Todavía es joven, no está preparado y debemos ser muy
cautos», afirma su progenitor, quien recuerda que «en cada partido
hay gente de la NBA, no es algo nuevo». La presión generada por el
entorno ante la llegada de Isiah Thomas, presidente de los Knicks,
a Badalona, y la fuerte defensa a la que fue sometido, pudieron con
Rudy. Un mal día. Pero es aquí donde debe extraer conclusiones y
aprender. Lo único que el jugador tiene claro es que tiene contrato
con el DKV Joventut hasta 2008.
Dicen que el Real Madrid también ha entrado en la puja. «Nadie
se ha dirigido a nosotros», admite Rodolfo, quien recuerda que
existe la posibilidad de declararse elegible cara al Draft 2005,
«pero todavía debemos estudiar muchas cosas». De momento, Andy
Miller es su representante en Estados Unidos y le empieza a allanar
el terreno. Todo ello ha disparado las elucubraciones y tanto al
propio jugador como a su familia, no les ha gustado nada que se den
por hechas muchas cosas. «Rudy es jugador de la Penya y su objetivo
es aprender, el día a día, y llegar a las series por el título»,
dice su padre y mejor consejero, pues su trayectoria como jugador
le permite poseer experiencia como para asesorar al que dicen será
mejor jugador español de toda la historia.
Su hermana Marta también ha sido tentada, pero en su día decidió
poner por delante a la selección. Ahora se le vuelven a abrir las
puertas de la WNBA. El entorno familiar jugará un papel definitivo
en la decisión que ambos tomen. Porque la familia Fernández Farrés
es, ante todo, una piña. El Draft pintaba bien, pero las dudas
sobre la celeridad de su declaración como elegible surgen. Rudy
insiste en que la NBA es su gran sueño. ¿Quién diría lo contrario?
La realidad invita a la reflexión, pues no es tan fácil cruzar el
Atlántico.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.