El vestuario del Mallorca se resiste a bajar los brazos antes de
tiempo. Sus últimos resultados y el desarrollo del campeonato le
habían llevado a protagonizar una situación limite y a sentirse
acorralado sobre el borde del precipicio, pero un ejercicio de
autoridad le ha devuelto las constantes vitales y la ha concedido
la enésima oportunidad del curso para alzar la vista en dirección a
tierra firme. El partido ante el Racing resultará determinante y la
plantilla rojilla no ha tardado en resaltar la trascendencia de ese
compromiso con la intención de aunar esfuerzos para seguir
escalando.
Felipe Melo fue uno de los jugadores más destacados en el
triunfo sobre la Real Sociedad y la grada quiso agradecérselo
cuando Cúper le retiró del campo en el minuto 85 de partido. El
brasileño, que sigue incrementando su rendimiento, se mostraba
especialmente feliz a la conclusión del encuentro y se refirió al
mismo como una de sus mejores actuaciones desde su desembarco en la
Isla. «Estoy muy contento porque me he encontrado muy bien y porque
se ha ganado un partido que para nosotros tenía mucha importancia.
Estábamos obligados a ganar y lo hemos conseguido, pero ahora
tenemos que seguir sumando en las semanas siguientes»,
aseguraba.
Bernardo Romeo reivindicó al fin sus cualidades como rematador y
aireó su tarjeta de presentación antes de que el equipo empezara a
desfallecer. Acudió al rescate del Mallorca con sus primeros tantos
como rojillo y recopiló toda la confianza necesaria para seguir
goleando, un hecho que se reflejaba en su gesto después de los
noventa minutos. «Queríamos darlo todo porque sabemos que viene
once partidos que van a ser como once finales y debemos estar más
unidos que nunca porque nos encontramos en una situación muy
comprometida. Estoy convencido de que vamos a pelear hasta el
último momento», señalaba el argentino.
«Más allá de mi actuación personal, me voy contento por los tres
puntos» declaraba Romeo al ser cuestionado sobre su aportación
ofensiva. Acerca de una de las jugadas más protestadas por los
jugadores de la Real Sociedad, una posible mano del argentino que
dio paso al 1-1, el futbolista no fue demasiado claro: «Es una
jugada rápida que tengo que volver a ver por la televisión ya que
no sé si me toca en la mano o no. Fue tan rápida que no puedo
asegurar nada sin verla de nueva». El ex futbolista del Hamburgo
recordó que «a partir del martes tenemos que ponernos de nuevo las
pilas porque ante el Racing nos vamos a jugar media permanencia»,
finalizó.
Luis García, que también había acudido anteriormente a su cita
con gol, subrayó que «ahora tenemos que disfrutar la victoria y
afrontar la semana con toda la ilusión del mundo porque nos jugamos
buena parte de la temporada en el partido de Santander». Para el
asturiano, «el vestuario está feliz porque se vio a un equipo unido
que no baja los brazos en ningún momento a pesar de las
adversidades y pienso que nos merecíamos este resultado»,
concluía.
El vestuario, con Moyà
Miquel Àngel Moyà, que firmó una desafortunada jugada que le otorgó
a la Real su segunda ventaja del partido, reconocía que «es de
agradecer que los compañeros te apoyen, pero después es uno mismo
el que tiene que sacar las fuerzas de donde no las tiene». Sobre el
partido, el guardameta de Binissalem explicaba que «es complicado
remontar un partido así, pero si nos pasa algo así es señal de que
las cosas pueden cambiar. A veces no teniamos esa fortuna y creo
que nuestra suerte tiene que cambiar».
El lateral izquierdo del Mallorca, Poli, afirmaba que «sabíamos
lo que nos jugábamos y que todo pasaba por ganar. Las cosas
empezaron mal pero al final hemos estado soberbios y podemos seguir
soñando con la permanencia. Ahora tenemos un partido más importante
todavía frente al Racing de Santander y si jugamos como hoy -ayer-
se sacará adelante y nos colocaremos a sólo un punto de la
salvación», recordaba.
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