La vida de Blanca Gil Sorlí ha cambiado considerablemente en los
últimos seis meses. Considerada como la gran promesa del waterpolo
femenino español, decidió abandonó Barcelona para probar suerte en
la Liga Italiana y ha regresado en su mejor momento de forma. La
deportista mallorquina se ha convertido en la principal
protagonista de la clasificación del equipo español para el
Campeonato del Mundo de Canadá, tras proclamarse la máxima
goleadora del Torneo de Madrid.
Blanca Gil llevaba varios años instalada en Barcelona
compaginando sus entrenamientos en la selección española júnior
-entrenaban a diario en el Centro de Alto Rendimiento de Sant
Cugat- y en el Sabadell, cuando el pasado mes de septiembre decidió
hacer las maletas y buscar protagonismo en una liga más
competitiva. Tenía ofertas de las ligas griega e italiana y se
decantó por el equipo siciliano Mediterraneo.
A nivel de equipo, los resultados no están acompañando en su
primera expericiencia extranjera, pero Blanca Gil asegura sentirse
«muy contenta». El Mediterraneo se ha encontrado con varios
contratiempos -lesiones en momentos importantes y carencia de
jugadoras de garantías en el banquillo- y lo está pagando caro.
«Vamos mal en la liga porque el nivel en la liga italiana es muy
fuerte. Cada sábado se juega una final y los marcadores son
normalmente muy igualados. Nosotros estamos teniendo un poco de
mala suerte porque hemos perdido muchos partidos por tan solo un
gol o dos de diferencia».
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