TW
0

El baloncesto echa de menos a Rudy Fernández. Y el escolta mallorquín denota un sentimiento recíproco hacia el deporte que es su vida. Después de cerca de un mes y medio parado como consecuencia de la fractura de estrés del peroné de la pierna derecha que padeció en el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa ULEB frente al Pamesa Valencia, el internacional afronta la cuenta atrás de cara a su vuelta a la competición. La joya del DKV Joventut ya trabaja el solitario, y no quiere forzar su retorno. «La decisión es mía y quiero ser muy cauto», explica Rudy, quien el pasado fin de semana viajó a Mallorca para pasar unos días en compañía de sus amigos, y de paso presenciar algún partido en directo en la cancha del Son Cotoner.

Aíto García Reneses espera contar con su pupilo más aventajado para el choque del domingo 3 de abril ante el Adecco Estudiantes. Con ese fin, Rudy entrena mañana y tarde en el Olímpic de Badalona. Trabajo de gimnasio, pesas, carrera contínua y unas leves sesiones de tiro componen la agenda del jugador, quien reconoce que «la recuperación va por buen camino. Aún noto pequeñas molestias, pero veo que los progresos son importantes». «Me muero de ganas por jugar». Con esta frase queda resumido el sentir de Rudy Fernández. «Echo de menos la pista, tengo ilusión por comenzar a jugar, porque es lo que más me gusta», admite Rudy, quien se muestra esperanzado por el futuro que le aguarda al Joventut, metido en la lucha por los playoffs. La racha de victorias truncada por el Fórum ha instalado a los verdinegros en la zona noble de la clasificación, algo que valora el pequeño de la saga de los Fernández positivamente. «El equipo está bien, da buena imagen y su juego convence. Esto hace que no me vea obligado a forzar más y centrarme así en mi puesta a punto. De todas formas, el calendario no es nada asequible y ahora debemos medirnos a los mejores. Pero aún no hemos dicho la última palabra y este DKV Joventut dará mucho que hablar», dice.

Buscar las series por el título y mantener su plaza en el equipo nacional de cara al Eurobasket son las dos metas que se ha fijado a medio plazo un Rudy Fernández al que la ACB añora. Puede que en poco más de una semana volvamos a disfrutar de su baloncesto más eléctrico y de la clase que le debe llevar a la mejor liga del planeta tarde o temprano.