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La lucha balear sigue pisando fuerte a nivel estatal. El trabajo de Eusebio Capel y sus chicos se ve siempre reflejado en forma de medallas, y el Campeonato de España júnior no fue la excepción. La cita, que tuvo lugar este fin de semana, dejó patente el papel de potencia del archipiélago. La nueva hornada de luchadores llega con ganas de demostrar que la presencia de Moisés Sánchez en los Juegos Olímpicos de Atenas tendrá continuidad. Cuatro luchadores componían la delegación balear en San Javier (Murcia). Una de las bazas con más opciones de éxito era la de María del Mar Serrano. Campeona de España sénior en edad júnior, cumplió con los pronósticos y apenas halló resistencia en lucha libre olímpica dentro de la categoría de 51 kilos. De esta manera, Serrano hacía historia al obtener dos títulos nacionales en cuestión de semanas, y se erige en la más firme esperanza de futuro de la lucha femenina española, especialidad en la que la también mallorquina Sara Sánchez tiene todavía muchas cosas que decir de camino a Pekín.

La victoria de María del Mar Serrano hace que la luchadora tenga muchísimas opciones de formar parte del combinado español que participará en los Juegos del Mediterráneo de Almería, un evento en el que la lucha balear gozará de un papel protagonista. Subiendo un peldaño, este fin de semana, Eusebio Capel desplazará hasta Egipto a Moisés y Fran Sánchez para tomar parte en un encuentro internacional que servirá de pista de pruebas de cara al Campeonato de Europa, que tendrá lugar a mediados de abril. Aunque uno de los acontecimientos con un mayor valor simbólico será el Campeonato de España escolar, en el que las Islas pondrá en liza a dos equipos. Este dato alimenta las opciones de futuro de la lucha balear, que en el nacional júnior dejó claro que a estas alturas es el rival a batir en todas las categorías y competiciones.

El otro gran protagonista del fin de semana fue Ismael Navarro, que en grecorromana dentro de los 66 kilos, el peso de Moisés Sánchez, fue superando rondas hasta plantarse en la final e imponerse. De esta manera, alcanzaba el pupilo de Eusebio Capel el que ya es su quinto título de campeón de España entre las categorías cadete y juvenil. La puntilla llegó de la mano de Juan Carlos Pons, que se ganó a pulso una final en lucha libre olímpica en los 66 kilos, aunque no pudo completar su excelente concurso con la victoria, pese a que la medalla de plata que se colgó posee un enorme valor para un joven talento que en San Javier demostró que tiene un gran futuro por delante. El cuarto luchador balear inmerso en el nacional fue Manolo Puerta, que en lucha libre olímpica (84 kilos), se vio apeado en la primera eliminatoria, para posteriormente no tener fortuna en la repesca.