TW
0

1 MALLORCA B: Cabrero (H), Pablo Cendrós (HH), Tito (H), José (HH), Miguel Àngel (HH), Souaidy (HH), Cirio (H), Rafita (HH), Víctor (H), Johan (HH)y Enric Pi (HH)
Cambios: Busi (H) por Cirio; Zazo (H)por Tito y Javi (H) por Pablo Cendrós.
1 CELTA B: Sergio (H), Jesús (H), Pablo (H), Roberto (H), Santi Santos (H), Richy (H), Joselu (H), Curro (H), Miguel (H), Goran Maric (H) y Toni (H)
Cambios: Jonathan Vila (H) por Curro; Michael (H) por Joselu y Bru (H) por Goran Maric.
Àrbitro: Estrada Fernández (-). Mala actuación. Amonestó a los locales Cabrero y Víctor y a los visitantes Pablo, Santi Santos y Curro.
Goles:
1-0, minuto 2, Enric Pi.
1-1, minuto 61, Toni, de penalti.

Carlos Román
El Mallorca B se quedó a sólo un paso de su cuarta victoria consecutiva a pesar de que hizo todo lo posible para conseguirla. En esta ocasión se topó con un Celta sobrado de argumentos, pero que expuso lo justo sobre el césped del Lluis Sitjar. A pesar del empate, los de Cazorla se mantienen en una línea excelente y acentúan la sensación de que es posible salir del pozo (1-1).
El filial volvió a encontrarse con un gol en los primeros compases y eso le ayudó a meterse de lleno en el partido por el camino que más le convenía. La clase de Johan Cavalli resultó de nuevo decisiva en la elaboración del tanto balear y el catalán Enric Pi se encargó de culminar la jugada en su reencuentro con el gol. A los gallegos aún no les había dado tiempo a asentarse sobre el tapete y ya habían recibido un golpe considerable.

La ventaja y las características del adversario hicieron que el Mallorca B pudiera desplegar su juego sin ningún tipo de barreras. Los rojillos se pusieron a triangular y a mover la pelota a su gusto y eso se tradujo en un torrente de ocasiones. Las mejores estuvieron en las botas de Rafita y Souaidy, pero ninguna de ellas acabó cristalizando y los vigueses llegaron vivos al descanso.

En el segundo tiempo los baleares repitieron con la fórmula y asediaron el marco de Sergio para dejar finiquitado el partido. El Celta B, que llevaba quince jornadas sin perder, estaba más próximo que nunca al fracaso y sólo se defendía a través de pequeños coletazos que casi siempre acababan bajo el control de la defensa mallorquinista. Sin embargo, en una de esas llegadas esporádicas el colegiado se inventó un penalti de Cabrero sobre Goran Maric, que le devolvió el pulso al once de Rafa Saéz. Toni, el mejor hombre de los celestes, no falló la ocasión y estableció el empate.

El Mallorca B intentó que ese contratiempo no le afectara y conservó su discurso. Cazorla tiró de banquillo para exprimir sus opciones y el equipo volvió a asumir el timón para encerrar en el área a los gallegos, lo que hizo que los últimos minutos se convirtieran en un bombardeo por parte de los locales. El Celta se limitó a defender y al final, se llevó un punto que no había merecido.