Héctor Cúper vuelve a barajar las cartas. El entrenador del
Mallorca, que ha dibujado un once diferente en cada una de las once
jornadas disputadas en la segunda parte del campeonato, sigue
revolviendo las piezas en busca de la pócima secreta. En el ensayo
realizado ayer a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva, el técnico
argentino recurrió de nuevo a su estilo de juego (4-4-2) y apostó
por un teórico equipo titular con Fernando Niño y Yoshito Okubo
como principales novedades de cara al vital compromiso del próximo
domingo, en Son Moix, ante el Zaragoza. Ese once, no obstante, debe
tomarse como una simple prueba, un entrenamiento más, ya que en las
últimas semanas Cúper no suele manejar el domingo las cartas que
muestra durante la semana.
La principal duda apunta al centro de la defensa. Las bajas de
Sergio Ballesteros y Mark Iuliano, expulsados el pasado domingo en
el Calderón, empujan a Cúper a la cábala. Con Iván Ramis como único
central disponible, el entrenador argentino apostó ayer por situar
a su lado a Fernando Niño, en una opción altamente de riesgo por la
inactividad del central gaditano. Y es que Niño no se asoma al
equipo desde el pasado año, en concreto desde el 19 de diciembre,
cuando el Mallorca dobló la rodilla en casa ante Osasuna (1-2),
prácticamente hace cuatro meses.
El propio futbolista ha reconocido estos días que le falta el
ritmo propio de la inactividad aunque está a disposición del
entrenador «por si lo considera oportuno». La reaparición de Niño,
sin embargo, se antoja precipitada, aunque la opción B implicaría
un cambio brusco de demarcación de un mediocentro. En ese sentido,
De los Santos y Pereyra podrían retrasar su demarcación para
ubicarse en el centro de la zaga. En los laterales, Cúper optó por
recurrir de nuevo a David Cortés y Poli.
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