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«Hay muchas posibilidades de entrenar al Mallorca en Segunda División». Habitualmente hermético, poco amigo de los micrófonos, Héctor Raúl Cúper varió ayer su discurso. El entrenador del Mallorca utilizó una rueda de prensa improvisada para lanzar una frase imprevista, una sentencia que «salvo contratiempo de última hora» le unirá al banquillo isleño en einfierno.... El entrenador del Mallorca, después de sesenta minutos encerrado en el despacho del presidente Mateo Alemany, dio la cara ante los medios para despejar su futuro, desvelar su apuesta inminente por jugadores de la cantera y apelar a la «dignidad profesional» de sus jugadores en las siete últimas entregas del torneo. Cúper detalló la cumbre mantenida ayer con el presidente al término de la sesión preparatoria del equipo. «La reunión no ha sido muy larga, ni muy diferente a la que hemos tenido otras semanas. Simplemente hemos hecho hincapié en algunas cosas, hemos hablado mucho del equipo, sobre todo de lo que resta de temporada, del esfuerzo que hay que hacer en estas jornadas, aunque me hubiera gustado mucho haber encontrado soluciones antes, y de algunas cosas estructurales. En estos momentos no podemos decir mucho más. Hay que apelar a la dignidad de todos en lo que queda de campeonato», apuntó el entrenador isleño.

El entrenador del Mallorca, que el pasado domingo habló de «cambios bruscos», se refirió a su apuesta por algunos futbolistas del B: «Acá hay un hecho muy concreto que evidentemente nos obliga a hacer algún cambio, algún movimiento. Incluso he pesando en llamar a algún jugador del filial. De todas maneras, como hable con el presidente, tampoco podemos complicar demasiado la situación del B, que también lo tiene complicado. Es probable que algún jugador del equipo nodriza venga con nosotros si realmente tiene posibilidad de jugar». El de Chabas negó que esa decisión de apostar por savia joven tenga un efecto inmediato en algunos integrantes de la primera plantilla: «La decepción no es con ningún jugador en concreto, sino porque no se consiguen buenos resultados. Uno espera más, yo espero hasta más de mí mismo. Creo que no podemos entrar puntualmente en nombres porque no tiene sentido y, además, en momentos así no es cuestión de uno o dos, sino de todo el grupo, si bien yo soy el máximo responsable. Ahora nos queda seguir trabajando, volver a semanas anteriores, nuevamente habrá entrenamientos a puerta cerrada...las reuniones son siempre positivas porque se dicen cosas, se dan un margen para algunos cambios que no son drásticos pero sí que tenemos que hacer cosas para producir una cierta reacción entre la plantilla».

Cúper frunció el ceño cuando se le preguntó por la próxima temporada: «No podemos hablar de la próxima campaña porque la prioridad es la actual. Ahora no podemos hablar del año que viene sino de ganar un partido de fútbol. Tenemos que unir fuerzas para el partido ante el Valencia. Para lo otro, todavía hay tiempo», dijo. El técnico santafesino se siente igual de derrotado que sus jugadores: «Como ellos por un partido. Pero siempre uno se levanta, se alza y a pesar de que las opciones sin ínfimos, tenemos que creer; si no creemos tenemos que apelar a lo que merece una afición, la gente y todos aquelles que han tenido expectativas. Hay que apelar a la dignidad de cada uno para hacer el mejor papel posible si ya no quedara nada por jugar. De todas formas, quedan siete partidos de Liga, que son muchos».