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Fernando Fernández (Madrid)
Pasaban diez minutos de las nueve de la mañana -una hora menos en España- del pasado 26 de agosto. Un viernes caluroso, un día en el que el destino llamaba a la puerta de una de las deportistas más brillantes que Balears ha tenido en los últimos tiempos. Por desgracia, Brigit Yagüe vivía la otra cara del deporte, un momento amargo, tal vez demasiado, que llegó en el escenario y el instante que siempre había soñado. Para el que había trabajado a conciencia desde que meses atrás se colgara su segundo oro mundialista, el primero absoluto, en Alemania. Era otro peso, el minimosca, pero hoy, Yagüe parte con ventaja. Defiende su título y estrena peso (mosca) en el décimo Campeonato del Mundo de taekwondo, que arrancó ayer en el Palacio de los Deportes «Felipe II» de Madrid.

En -51 kilos, Brigit es la única baza nacional. España aspira a todo, juega en casa. Y la deportista balear acaparará buena parte de las miradas en la segunda jornada. Saltará a la palestra en el tercer combate de la matinal, que arranca a las 9 de la mañana. La representante italiana, Pamela Valente, será su primer obstáculo en la carrera de fondo a seis combates hasta subir a lo más alto del podio y reeditar la imagen de hace dos años en Garmish, cuando superó a la china Ying Wang, una rival que ofrecía como argumento 20 centímetros más que Brigit, actual campeona nacional, continental y mundial.

En el cuadro, tiene la mirada puesta en los cuartos de final. Si las cosas no se tuercen, en ese punto puede volver a verse las caras con la thailandesa Yaowapa Boorapolchai, la misma que frustrara su sueño olímpico en el ateniense pabellón de Faliro. «Le debo una», afirma con rotundidad la palmesana, que contará con el apoyo incondicional de Juan Antonio Ramos. Su novio, ausente por lesión, confía plenamente en el potencial de Brigit. «Está muy fuerte, soy optimista, pero hay que ver cómo se desenvuelve en competición. Después de lo de Atenas, tiene muchas ganas», explica Ramos, la persona que mejor conoce sus progresos como taekwondista.