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Xisco Cruz|SORIA
El plantel del Real Mallorca ha recuperado momentáneamente la sonrisa. Después de encadenar dos semanas sin perder y de poner tierra de por medio con el farolillo rojo, el grupo mallorquinista se siente con fuerzas para seguir peleando hasta la última jornada y ya ha subrayado la cita del próximo domingo ante el Espanyol como su nuevo desafío para darle forma al milagro de la salvación.

El hombre más desequilibrante del conjunto balear en Los Pajaritos fue el sevillano Alejandro Campano. El capitán rompió el partido desde su ubicación en la banda derecha y en sus botas se originaron los dos tantos del equipo, aunque fue el primero en reclamar prudencia a su salida del vestuario y recordó que no hay que caer en los mismos errores de toda la temporada: ««Hay que ir partido a partido y no tenemos que estar continuamente mirando hacia arriba. Nos ha pasado ya en muchas jornadas y al final las cosas nunca han salido como esperábamos», apuntaba el andaluz.

Una vez actualizados los resultados de la jornada el rival a batir por los isleños es el Levante, aunque eso parece no preocupar demasiado a Campano que considera que «ahora no podemos pararnos a pensar en que pierda el Levante o ningún otro». Para el jugador, «tenemos que estar pendientes sólo de nosotros mismos y seguir trabajando de la misma manera que lo hemos hecho hoy (ayer)».

El capitán rojillo pasó por alto su gran actuación individual y quiso repartir el mérito entre sus compañeros: «Me he encontrado un poquito mejor que en otras ocasiones, pero no puedo parar. Ahora es cuando hay que darlo todo y no hay nada perdido. Nuestra misión es seguir peleando y pensar en grupo», agregaba.

Campano recordó que «mientras no sea matemático lo seguiremos intentando. Hemos ganado en un campo en el que no es nada fácil porque el Numancia pelea y corre y pienso que hemos sacado adelante un partido difícil que es muy importante para nosotros. Aún así, ahora tenemos otros que lo es más y que es el de la semana que viene. Tenemos que ganarle al Espanyol y seguir confiando en nosotros mismos», afirmaba.

Uno de los rostros más alegres del vestuario balear era el de Víctor Casadesús, que jugó su segundo partido consecutivo en Primera y que estrenó su cuenta goleadora en la máxima categoría. «Le he dedicado el gol a Carmona, a mi familia y a todos los que me han apoyado», comentaba sonriente a la conclusión de los noventa minutos.

El canterano cree que «lo seguimos teniendo dificil, pero tenemos que pensar en nosotros mismos. El gol ha llegado tras una gran jugada de Campano y he tenido suerte porque el remate me ha salido muy bien», argumentaba.

Otro de los protagonistas, en este caso negativo, fue el uruguayo De los Santos, que abandonó el campo antes de tiempo y que podría sufrir una rotura fibrilar.