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El reencuentro de Marga Fullana con la competición internacional tras su participación en los Juegos Olímpicos de Atenas invita a ser optimistas. La ciclista mallorquina, que estrenó los colores del K2 RH+ en el trazado belga de Spa Francochamps. La primera manga de la Copa del Mundo de bicicleta de montaña era el mejor escaparate para conocer el estado de forma de la tetracampeona mundial y medallista olímpica, que no defraudó.

Tras una buena salida, Fullana se instaló en las primeras posiciones. Pese a que la lluvia no le beneficiaba, la de Sant Llorenç se defendió y no abandonó al franja que comprendía la cuarta o la quinta plaza. Marga se codeaba con las mejores, como la polaca Maja Wloszczowska o la alemana Sabine Spitz. Un poco más adelante, la canadiense Marie Helene Premont, la noruega Gunn Rita Dahle -oro en Atenas- y la rusa Kalentieva marcaban el ritmo, aunque a la última le costaba alcanzar el tándem de cabeza.

La fuerza de Fullana en recorrido complejo y selectivo le permitió mantener esperanzas de subir al podio -lo hacen las cinco primeras-, pero en la última vuelta, y cuando ocupaba la quinta plaza, un problema en los cambios echó por la borda buena parte del esfuerzo. Pese a ello, la corredora del K2 RH+ mantuvo el tipo y se quedó a tres segundos de la quinta plaza y del cajón, conformándose con una sexta posición notable, que le permite albergar serias esperanzas de cara a la siguiente manga, que tendrá lugar en la Casa de Campo de Madrid el próximo 8 de mayo.