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SON AMAR PALMA (1): Falasca, Moltó, Luis Díaz, Ruette, Cabrera y Antiga. Alexis González (líbero). También jugaron Gatin, Rafa Pascual y Vega.

UNICAJA ALMERÍA (3): Prenafeta, Vasic, Salvador, Veres, Patriarca y Reinaldo. Berenguel (líbero). También jugaron V. Goor y Casilla.

Àrbitros:Prudencio García y Juan C. Fernández.

Parciales:25-15 (20 min), 21-25 (26 min), 23-25 (25 min) y 20-25 (25 min).

Amador Pons
El Unicaja Almería ha dado el primer golpe en la final de la Superliga Masculina. Avanzó porque el Son Amar Palma se estrelló contra sí mismo. El bloque balear lleva todo el curso demostrando que es el mejor equipo español y uno de los mejores europeos, pero ayer ofreció una faceta desconocida. Se quedó sin bloqueo antes de comenzar el partido -Pochop no pudo actuar por una microrotura en la zona abdominal-, perdió el servicio y el ataque a medida que se desarrollaba el encuentro y mostró su peor cara en la recepción. Demasiadas ventajas para Prenafeta y compañía. Los mallorquines pierden el factor pista y están obligados a ganar mañana (12.00 horas, Son Moix).

Cuando se inició el encuentro, nadie podía esperar un desenlace tan negro. Porque el primer parcial fue un recital. Luis Díaz, una de las grandes promesas del voleibol mundial, era el protagonista. Recibía, remataba y bloqueaba. Todavía en las mismas cantidades, porque acertaba a controlar los saques rivales -Unicaja apenas servía contra Antiga y Alexis González- y podía adornarse con los ataques. Incluso en la red parecía no notarse la ausencia de Pochop. Moltó y Cabrera se multiplicaban y Falasca evidenciaba su inteligencia parando balones a Veres y cía (25-15).

La exhibición del Son Amar Palma duró hasta el primer tiempo muerto de Piero Molducci (6-2 en el segundo set). La diferencia fue recortándose porque Alexis González y Antiga eran simples espectadores cuando servía Unicaja y Luis Díaz comenzaba a pasar por apuros (11-11). A medida que el marcador se equilibraba, las cosas se le complicaban a Falasca. No podía construir con buenos balones y se iba quedando sin atacantes. El Unicaja se puso por delante justo antes de llegar al segundo tiempo reglamentario (15-16) y Bogoevski dió entrada a Gatin por Ruette.