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C. Montes de Oca
Cúper mantiene la luz encendida. El entrenador del Mallorca apuesta por exprimir hasta la última gota de las opciones de salvación. Para ello, aconseja a sus jugadores que durante el partido de mañana ante el Espanyol no miren el marcador electrónico para evitar la euforia o la depresión por el resultado del Levante-Málaga, apuesta por dominar la posesión del balón «al menos en un cincuenta por ciento» y centra una gran parte de las opciones de triunfo en cortar la conexión De la Peña-Tamudo.

La velocidad crucero que mantiene el Espanyol preocupa al técnico argentino: «Será complicado porque nos enfrentamos a una de las revelaciones de la temporada, pero estamos preparados para ganar. La victoria en Soria sirvió para cortar la dinámica derrotista; ahora hay que tener continuidad», apuntó Cúper. Desde la presidencia y el vestuario blanquiazul han desenterrado el hacha de guerra tras los cánticos de «a Segunda» que les dirigió la grada de Son Moix la pasada campaña.

«Nosotros tenemos estímulos suficientes como para saber lo que nos jugamos en el partido. Es cierto que hay cierto de morbo en el partido, pero a nosotros no nos afecta. Si uno perdió cuando necesitaba ganar, el problema no es del otro sino de uno mismo. Yo no me puedo enfadar con equipos a los que no les hemos podido ganar. Me tengo que enojar con mis jugadores y conmigo mismo», indicó el de Chabas.