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CSKA MOSCU 78
TAU VITORIA 85

CSKA MOSCÚ(17+23+19+19):Holden (20), Brown (12), Granger (5), Dikudis (13), Andersen (10) -cinco inicial-, Monya (6), Papalukas (9), Muursepp (3), Savrasenko (0) y Panov (0).

TAU VITORIA (25+22+13+25):Calderón (13), Macijauskas (23), Hansen (3), Scola (10), David (11) -cinco inicial-, Vidal (4), Splitter (0), Prigioni (9), Gabini (7) y Betts (5).

Arbitros: Tsanidis (GRE), Brazauskas (LTU) y Ankarali (TUR). Excluyeron por personales a Scola (m.24), Splitter (m.26) y Betts (m.36). Señalaron técnica al técnico del Tau, Dusko Ivanovic, por hacer comentarios (m.10).

Jorge Muñoa|MOSCÚ

El Tau Vitoria quemó una etapa más en su constante ascensión hacia la cima del baloncesto europeo con una clasificación histórica para la final de la Euroliga ante el CSKA Moscú ruso, el gran favorito en todos los pronósticos, el anfitrión de la ronda decisiva, que cayó víctima de un grupo de valientes y de un entrenador, el serbio Dusko Ivanovic, que lo bordó. El Tau Vitoria desconoce la palabra miedo. Lo demostró en el Olympiysky Arena, del equipo llamado a la gloria en esta Euroliga, el mismo que saltó al parqué con el impresionante registro de 53 victorias y una sola derrota en toda la temporada. Ahora son dos las derrotas, un registro que sigue deslumbrando, pero el finalista es el Tau.

Tanto es así que, si alguno sintió miedo en algún momento, ese fue el CSKA. Miedo de perder el tren hacia la gran final a las primeras de cambio porque los hombres dirigidos por el serbio Dusko Ivanovic le enseñaron los dientes en todo instante y ni siquiera le permitieron llegar al último esprint en condiciones de intentarlo. Siete tantos en racha del lituano Arvidas Macijauskas dibujaron un inesperado 5-10 a los tres minutos de juego. Aún era pronto para hacer cábalas, pero cuando el hispano-argentino Luis Scola subió el 7-17 al luminoso dos minutos después las cosas cambiaron de aspecto. El Tau iba muy, pero que muy en serio. No iba a rendirse, todo lo contrario, iba a pecho descubierto, por ley, a jugar al baloncesto. Por si había alguna duda al respecto, la renta vitoriana siguió en aumento (12-23 m.9) y eso que el árbitro griego Stavros Tsanidis sacaba de quicio al banquillo alavés. Ivanovic recibió una técnica por hacer comentarios desde la banda en las postrimerías del primer cuarto que resulta difícil justificar.