El Universidad deja malherido al filial

Carlos Román
El filial se ha vuelto a quedar solo sobre el alambre después de que el Universidad de Las Palmas incidiera en sus heridas más recientes. El plantel canario supo optimizar sus recursos para llevar el partido a su terreno y pasó por encima de un equipo que empieza a sentirse acorralado. Los de Cazorla tienen ahora tres partidos por delante para invertir su situación, aunque un vistazo al calendario delata que no será fácil (0-2).
Al filial le costó muchísimo meterse en el partido porque el Universidad encaja a la perfección en el estereotipo de la categoría y maniató desde el primer momento las vías de alimentación de los baleares. El once de Paco Castellano empezó a crecer desde su experimentada línea defensiva y fue extendiendo su dominio a medida que avanzaba el cronómetro. En cualquier caso, en el primer intercambio de golpes la mejor ocasión fue para los isleños, que tuvieron en las botas de Sergio Cirio una oportunidad para empezar a despegar (minuto 12). La mejor respuesta de los canarios llegó veinte minutos más tarde, pero Acorán cruzó el balón demasiado cuando el primer tanto cantado.

El tiempo de descanso tuvo un efecto revitalizante para los visitantes, que no dudaron en asumir el timón y comenzaron a manejar los hilos del encuentro a su antojo. Eso aturdió inicialmente al filial, que cuando quiso reincorporarse a la cita ya había encajado el primer bofetón de la mañana por medio del hiperactivo Diego Herrera (minuto 50).
Después del gol el Universidad selló más todavía los muros de sus defensas mientras Cazorla probaba nuevas fórmulas con lo que tenía en el banquillo. Los azulones en cambio, mantenían el tipo y se sentían cada vez más cómodos.

El partido duró hasta que Sergio pisó al Mallorca cuando intentaba reincorporarse. Los baleares se quedaron sin aliento y bajaron los brazos.
La próxima jornada se antoja decisiva para el equipo mallorquinista, ya que visita el campo de un Pájara Playas que ocupa en estos momentos el puesto de promoción con dos puntos de ventaja sobre los rojillos. Una derrota en Fuerteventura podría comprometer en exceso su futuro.