SANT PERE (16+13+24+36): Arenas (16), Badía (22), Vico (-), Monros (10), Viladomat (12) -cinco inicial- Porto (10), Cobo (11), García (2), Oliver (4) y Crespo (2).
22 de 35 en tiros libres, 17 de 32 en lanzamientos de 2 puntos y 11 de 20 en triples. 39 rebotes (16 ofensivos) y 20 faltas personales.
TELENORD S'ARENAL (23+17+15+33): Tripp (12), Llorente (17), Saulo Hernández (24), David Ortega (13), Perry Carter (12) -cinco inicial- Dan Comas (-), Toni Jiménez (7) y Esmoris (3).
20 de 26 en tiros libres, 22 de 33 en lanzamientos de 2 puntos, 8 de 22 en triples. 31 rebotes (7 ofensivos) y 27 faltas personales.
Àrbitros: El valenciano Blanco Castelló y el aragonés Lacasta Bergua. Eliminaron por personales a Perry Carter.
Àrea 11|TERRASSA
Dos centésimas decidieron la suerte del Telenord S'Arenal. Dos tiros libres convertidos por el Sant Pere empujaron al grupo de Manolo García a su segundo descenso consecutivo. A pesar de ir dominando en el marcador durante buena parte del partido, a los isleños les pudo la presión en los instantes de la verdad y cedieron en una agónica derrota por la mínima que les condena a perder su plaza en el Grupo C de la Liga EBA y a jugar la próxima campaña en una Liga de inferior categoría.
El grupo balear salió decidido a sellar la permanencia desde el salto inicial. Serios en defensa y contundentes en ataque, los jugadores del Telenord S'Arenal tomaron las riendas del partido y se fueron al término del primer cuarto con una ventaja esperanzadora de 7 puntos (16-23). En el segundo cuarto, el equipo mallorquín mantuvo el rumbo y llegó a establecer una diferencia máxima de 16 puntos, gracias al acierto en los triples. En esa faceta destacaron varios de sus jugadores, como Saulo Hernández (3 triples de 9 intentos) y Thomas Tripp (2 de 2).
Antes del descanso, el Sant Pere seguía metido en el partido. De hecho, logró recortar las distancias hasta situarse a sólo 11 puntos (29-40), una ventaja que parecía suficiente para que no se le pudiera escapar el partido al Telenord S'Arenal y conseguir así el objetivo de la permanencia. La primera mitad del duelo había mostrado, como era de esperar, un choque lleno de tensión, nerviosismo y juego físico de alto voltaje, además de un gran acierto de tiro, sobre todo por parte de los baleares hasta ese momento. Pero el inicio del tercer cuarto marcaría la reacción del conjunto catalán.
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