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C.R.
El primer equipo juvenil del Mallorca se introducirá desde hoy en una de sus competiciones predilectas. La Copa del Rey vuelve a aparecer en el horizonte de los bermellones, que se han asegurado un año más su presencia en una de las competiciones más prestigiosas de la categoría. Los rojillos, que tuvieron que esperar hasta el último momento para conseguir su plaza en la competición, no tuvieron demasiada suerte en el sorteo y quedaron emparejados en la primera ronda con el Espanyol, vigente campeón del torneo y principal exponente de una de las canteras más poderosas de España.

Hoy se disputa la segunda jornada de la fase de ascenso a la División de Honor juvenil. Por un lado, el Cide intentará sacarse la espina de su derrota en Can Misses a costa de un Playas de Calvià (11.00 horas) que podría empezar a marcar la pauta del grupo en el caso de extraer un resultado positivo de su visita a Son Rapinya. Además, el once local que dirige Carlos Martínez ha perdido a jugadores importantes como consecuencia de la dureza de la primera jornada y tendrá que forzar la máquina para recuperar el terreno perdido. En el otro partido, el Rapid de Eivissa recibe al Atlético Villacarlos (12.00 horas) dispuesto a sumar tres nuevos puntos que le dejarían en una situación privilegiada.

El Mallorca se desplazó a Barcelona con bajas muy relevantes en todas las líneas del campo. Para empezar, Navarrete tendrá que renunciar al concurso de jugadores de la talla de Emilio Nsué, que está con los cadetes en el Campeonato de España, o Chus y Pablo Cendrós, que se encuentran en Canarias con el filial. Toni Oliver tampoco estará presente por problemas físicos y por si fuera poco, a él se unieron ayer Guasp y Dani González, que finalmente no viajaron al sufrir lesiones de última hora. El técnico ha tenido que citar a Jaime, Moisés y Àngel García, todos ellos del juvenil B, para reforzar al plantel en la ciudad deportiva espanyolista. Los isleños tratarán de arañar un buen resultado que les respalde en la vuelta.