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Las cuentas de Héctor Cúper pasan en Riazor una nueva reválida. El entrenador del Mallorca pronosticó en las vísperas del enfrentamiento ante el Athletic que atrapando los nueve últimos puntos, el equipo lograría la permanencia. «Dimos un primer paso y ahora hay que seguir avanzando. Sigo manteniendo que si ganamos estos dos últimos partidos nos salvamos», recalcó antes de elevar a la máxima potencia la cita de mañana en A Coruña: «Es un partido decisivo, un choque en el que tenemos que capturar los tres puntos. Eso es lo único que nos preocupa. Es ese tipo de encuentros que se ganan con mucho equilibrio mental y amor propio», apuntó el técnico argentino.

De repente, cuando el Mallorca había tocado fondo, se produjo la resurrección. Cúper encuentra la unidad del mallorquinismo como la clave de ese despegue definitivo: «Hay un momento en el que el equipo hace piña. Se da cuenta de la situación, de no buscar más excusas ni justificaciones y de marcar una línea a seguir por todos. Aunque haya cosas que no nos gusten o críticas que hacer, es el momento de remar todos del mismo lado. Cuando llegas a una situación límite, donde peor no se puede estar, la gente se predispone de otra manera», recalcó. El entrenador del Mallorca, que se muestra optimista en la recuperación de Víctor Casadesús, se congratula del buen momento de Okubo: «Ha tenido algunos problemas de comunicación con sus compañeros, pero hoy está un poco mejor. De todas formas, Okubo todavía no ha podido demostrar todo lo que puede dar por esa barrera idiomática».

Ni siquiera la catarata de dardos que están lanzando desde la directiva y el vestuario del Levante sobre hipotéticas ayudas de los árbitros al Mallorca, altera el rictus de Cúper: «Lo único que sé es que mes atrás del Levante sobre hipotéticas ayudas de los árbitros al Mallorca, Cúper dijo: «Lo único que sé es que un mes atrás había una diferencia de once puntos; hoy es sólo de uno. Que digan lo que quieran. A mí no me preocupa en absoluto porque está bastante claro que, con esas declaraciones, intenta recuperar de alguna manera la ventaja perdida. Debemos estar centrados en ganar partidos y no en hablar de los árbitros porque a lo largo de una temporada, los errores se equilibran; es campeón el que se lo merece y bajan los que no merecen continuar. Pero estoy tranquilo porque los partidos, en definitiva, lo deciden los jugadores que están sobre el campo».