Héctor Cúper ha vuelto a vestirse de corto. El técnico se puso ayer a los mandos de la primera plantilla del Mallorca e inauguró oficialmente el proyecto 2005-06 en la ciudad deportiva de Son Bibiloni. Según el argentino, empieza la parte del curso que más le motiva y con él, el período de formación de un grupo todavía incompleto al que le restan aún multitud de cambios por afrontar. El jefe del vestuario isleño regresó a la tribuna de oradores para darle la bienvenida a la pretemporada y para emitir sus primeras valoraciones. «Apuntamos a lo máximo partiendo de un objetivo claro, lo que venga después bienvenido sea. Lo que se busca es que el equipo sea más regular y que pueda lograr la permanencia manteniendo expectativas de conseguir algo más, ¿Por qué no?».
La permanencia en la máxima categoría ha espoleado los ánimos del entrenador mallorquinista, que no quiere que se vuelvan a repetir algunas de las escenas del final de temporada anterior. Cúper sabe que lo tiene todo a su alcance para que eso no suceda y que todo pasa por sentar ahora las bases del equipo para que éste progrese al ritmo adecuado. En ese sentido, los planteamientos del técnico son muy claros: «A mi gustan los equipos cuando uno los coge de inicio porque ahí es donde se forma el carácter y donde se entrena como uno quiere. Esta la parte de la temporada que más me gusta por eso. Aquí uno ve donde está la proyección del equipo».
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