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MALLORCA: Moyà, David Cortés, Ballesteros, Potenza, Fernando Navarro, Campano, Borja, Farinós, Peralta, Víctor y Arango.

Cambios: Prats por Moyà, Rafita por David Cortés, Maciel por Campano, Pereyra por Borja, Luis García por Farinós, Tuni por Peralta y Okubo por Víctor.

BLACKBURN ROVERS: Brad Friedel, Lucas Neill, Brett Emerton, Kerimoglu Tugay, Paul Dickov, Morten Pedersen, Steven Reid, Dominic Matteo, Andy Todd, Ryan Nelsen y Shefki Kugi.

Àrbitro: Konrad Platz. Sin amonestaciones.

Goles:
0-1, minuto 11, Steven Reid transforma un libre directo desde la frontal.

0-2, minuto 29, Andy Todd remata sobre la línea de gol un saque de esquina servido por Pedersen.

Especial para UH|KIRCHDORF
El Mallorca topó ayer con un rival mucho más rodado que le creó los primeros problemas de la pretemporada y que le tuvo contra las cuerdas durante buena parte del encuentro. El Blackburn Rovers inglés aprovechó dos acciones de estrategia para resolver un partido que tuvo siempre bajo control y el equipo rojillo encajó el primer revés veraniego en la que sin duda ha sido su actuación más flojo destage en tierras austríacas (0-2). El Blackburn saltó al césped mucho más enchufado que el Mallorca, que desde el primer minuto acusó serias deficiencias en la construcción del juego. El once británico, que está ya en una fase mucho más avanzada de la pretemporada, se apropió de la brújula del encuentro e impuso su manual en la zona ancha, mientras los mallorquinistas intentaban despertarse para serenar el duelo e ir creciendo paso a paso.

Sin embargo, los de Cúper no pudieron reponerse de ese traumático inicio y se limitaron a ir a remolque a la espera de que el duelo sufriera un vuelco que reactivara sus constantes vitales. Eso deparó pronto una serie de consecuencias muy desagradables para los intereses rojillos. El Blackburn empezó a avanzar metros con relativa soltura y en uno de sus acercamientos arañó un libre directo en las cercanías del área con el que empezó a marcar su terreno. Steven Reid se sacó un preciso lanzamiento y Moyà no pudo hacer nada para repeler el esférico, que acabó alojándose en el fondo de las mallas (minuto 11). El tanto generó más confianza en las filas británicas y aceleró el proceso de descomposición del Mallorca, que a lo largo de toda la primera parte estuvo especialmente espeso. El centro del campo del Mallorca nada podía hacer para contener los arreones del conjunto de Mark Hughes y si lograba salir al contragolpe su pólvora se diluía en las inmediaciones del marco inglés.

El Blackburn fue ganando espacio y antes de alcanzar la media hora de juego extrajo petróleo de una nueva acción a balón parado. Pedersen sirvió un saque de esquina envenenado y Todd introdujo la bola sobre la misma línea de la portería (minuto 29). En el segundo tiempo el Mallorca volvió a demostrar que carece de pegada en los metros finales y el Blackburn pudo haberse llevado un botín mucho mayor.