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Los árbitros de Primera y Segunda División se sentarán este medodía en Madrid para analizar la situación creada por la negativa de la Liga Profesional (LFP) a aceptar una subida salarial para este colectivo, reclamada en la negociación para redactar el nuevo convenio de competencias entre Liga y Federación. A una semana del comienzo del campeonato 2005-2006, en el que las designaciones arbitrales volverán a ser competencia de una comisión creada al efecto en lugar del sorteo por ordenador implantado en 1996 por voluntad de los clubes, la sombra de una huelga arbitral vuelve a sobrevolar el comienzo de la liga española.

El Comité Técnico de Arbitros (CTA) ha invitado a los colegiados y asistentes del fútbol profesional a expresar su sentir, después de comprobar que la patronal no está dispuesta a aceptar ese incremento salarial (25%), según demostraron los representantes de la misma el pasado jueves. Tras pasar una temporada entera sin convenio, después de que la Liga denunciara el anterior en la primavera de 2004, la Federación y los clubes, animados por el Consejo Superior de Deportes (CSD), se sentaron para intentar dar contenido al nuevo texto por primera vez hace dos días, a pesar de que la LFP creó el pasado enero una comisión para negociar el mismo.

El encuentro, que se reanudará el miércoles 24 de agosto, volvió a poner de manifiesto las diferencias que mantienen ambos organismos, agudizadas tras la reelección de Angel Villar como presidente y la subidas económicas planteadas por la RFEF para la nueva campaña, relativas a las tasas de participación y tramitación de licencias. El nuevo presidente de la Liga, José Luis Astiazarán, anunció el pasado 21 de julio la disposición de la Liga para emprender medidas «administrativas y judiciales» contra la circular de la Federación que «sube la cuota de participación de los clubes en más de un 2.900 por ciento».