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El Mallorca completó anoche la estructura de su plantilla después de 24 horas frenéticas. El club balear reforzó los muros de su vestuario con tres nuevas incorporaciones y Cúper ya tiene totalmente definido el arsenal con el que afrontará la dura temporada que se avecina. Lampros Choutos (Inter de Milán), Cristiano Doni (Sampdoria) y Yordi González (Getafe) elevaron a once la cifra de fichajes concretados este verano y con su inscripción a última hora de ayer en la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se completa el puzzle de una de las formaciones con más alternativas de los últimos tiempos.

Las prisas fueron una constante en el último día de agosto y como viene siendo habitual, marcaron las horas previas al cierre del plazo de fichajes. El día comenzó con la confirmación del fichaje del griego Choutos, quien tras minimizar las dudas sobre su estado físico en el entrenamiento matinal del equipo, estampó su firma en un contrato que le va a ligar al club balear hasta el próximo 30 de junio de 2006. El heleno era presentado sólo unas horas más tarde y a partir de ahora trabajará con absoluta normalidad a las órdenes del técnico.

Las otras dos adquisiciones del Mallorca volvieron a poner a prueba la habilidad de sus gestores y cristalizaron tras una espectacular batalla contra el reloj que se resolvió practicamente al límite. El otro capítulo en el que centró sus fuerzas el consejo de administración mallorquinista fue en la contratación del internacional italiano Cristiano Doni, que se trasladó a la Isla para negociar en primera persona después de una serie de conversaciones telefónicas previas. El mediapunta romano aterrizó en la terminal de Son Sant Joan pasadas las nueve de la noche y desde ahí puso rapidamente rumbo a las oficinas del club para limar todos los flecos existentes. A pesar del escaso margen de maniobra, la SAD balear se aseguró la incorporación por una temporada del futbolista transalpino, que está llamado a esparcir toda su clase por la Liga española.

A pesar de su edad, Cristiano Doni (Roma, 1973) se planta en el club con una extensa hoja de servicios bajo el brazo y con la intención de apropiarse de la mediapunta del equipo en el plazo menor tiempo posible. Desde que irrumpiera en el fútbol de élite en el año 1991 su crecimiento ha sido continuo y tras alcanzar una madurez futbolística notable quiere seguir recorriendo kilómetros en un campeonato que tradicionalmente ha sido muy duro con los transalpinos.

Tras salir de las filas del Módena la campaña 1991-92, pasó a engrosar las filas del Rimini y posteriormente las del Pistoiese. La siguiente estación fue el Bolonia, donde permaneció por espacio de dos ejercicios y se comprometió posteriormente con el Brescia, un hecho que le permitió debutar en la Serie-A la temporada 1997-98, en un encuentro ante el Inter que se disputó sobre el césped del legendario San Siro.

La temporada 1998-99 Doni firmó por el Atalanta y fijó su residencia en Bérgamo durante cinco años, en los que expuso lo mejor de su repertorio y que le abrieron las puertas de la internacionalidad, además de facilitarle su llegada a la Sampdoria de Génova, donde ha pasado los dos últimos años de su vida.

Buenos números
Sus trece temporadas en el Calcio resumen a la perfección las prestaciones del futbolista, que destaca principalmente por su exquisito trato de balón y por su facilidad para llegar a la portería contraria. En los 356 partidos oficiales que ha disputado entre las dos categorías más importantes del Calcio ha firmado un total de 90 goles, un dato que ha resultado determinante para que el Mallorca asumiera su contratación. Además, el jugador disfrutó del momento más dulce de su carrera hace ahora tres años, cuando fue convocado por el seleccionador italiano para defender la camiseta de su país el Mundial de Japón y Corea (2002) como el posible relevo del romanista Francesco Totti, que acudía a la cita mundialista como uno de los principales referentes de los azurri.

A pesar de que en la Sampdoria su rendimiento ha bajado de manera visible -sólo anotó 7 goles en 44 partidos- sigue conservando la calidad que han destilado siempre sus botas y debería solucionar los problemas que padece el Mallorca con el último pase. Su función será básicamente la de hilvanar el juego en los últimos metros y la de nutrir de balones al ataque rojillo, que ha sufrido una severa remodelación con respecto al que el pasado domingo dió la cara ante el Deportivo.

La otra incógnita que se había posado sobre la caseta rojilla, tampoco se resolvió hasta pocos minutos antes del cierre del plazo. El Mallorca estuvo negociando hasta el último momento por hacerse con los servicios del noruego Steffen Iversen, pero el Valerenga, el club propietario de sus derechos, se descolgó en el último momento exigiendo casi dos millones de euros cuando en principio, la cantidad pactada inicialmente no superaba el millón.

Finalmente, el Mallorca decidió apostar por el ex jugador del Getafe Jorge González Díaz, Yordi, para paliar el déficit atacante que sufre el primer equipo bermellón. El jugador, formado en la cantera del Sevilla, ha defendido también los colores del Atlético de Madrid, Blackburn Rovers y Zaragoza, con el que conquistó dos títulos de Copa del Rey. La pasada campaña disputó 14 encuentros como titular y anotó dos goles, uno de ellos en el estadio de Son Moix.

De Paula
Otra de las opciones que barajó hasta última hora el club balear fue la del atacante de la Real Sociedad Óscar de Paula. El punta vizcaíno, que finaliza contrato el próximo 30 de junio, figuraba en las primeras posiciones de la agenda mallorquinista y de hecho, fue durante algunas horas jugador de la entidad isleña. Sin embargo y cuando todo parecía cerrado, la operación se fue al traste por un problema estrictamente personal y el jugador rechazó la propuesta isleña. Al parecer, la esposa del futbolista padece una fobia similar a la del holandés Dennis Bergkamp con los aviones y no estaba dispuesta a residir en una Isla en la que el transporte aéreo se hace casi obligado.