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Después de dos temporadas sobreviviendo en la máxima categoría del fútbol juvenil, el San Francisco afronta un curso complicado. El grueso del grupo que firmó un octavo y un sexto puesto en los años precedentes, ha terminado su etapa como juvenil. Pep Sansó se ha encontrado con un equipo nuevo. Sólo cuatro futbolistas repiten (Juanan, Miguel, Llull y Xisco) y de las 18 incorporaciones sólo tres (Vives, Chaparro y David Mateu, que llegan procedentes del Manacor) tienen experiencia en la categoría. El conjunto colegial se ha marcado como objetivo principal lograr la permanencia, aunque sin renunciar a nada.

Pep Sansó se está encontrando con dos grandes problemas en la pretemporada. El primero ha sido tener que confeccionar un equipo absolutamente nuevo. El inicio del campeonato les ha cogido cortos de preparación y con un bloque todavía por pulir. El segundo inconveniente es la itinerancia para poder entrenar. En estas semanas, el San Francisco ha entrenado en Alaró, Consell, Son Moix y Son Fuster. En principio tiene previstos disputar los partidos oficiales en el nuevo césped artificial de Son Moix, pero el problema de horarios les está complicando los entrenamientos.

Para confeccionar el bloque, el San Francisco no ha tenido demasiados problemas. Los equipos no han puesto pegas a la marcha de algunos de sus pilares para reforzar al equipo colegial, que sabe que no tiene demasiado margen para salvar la categoría. Su regreso al grupo III, donde compiten catalanes y valencianos, va a provocar que de los 16 equipos que componen la categoría haya cerca de 8 que difícilmente bajarán. Hay cuatro que descienden y uno más que promociona. El margen es pequeño, pero el grupo de Pep Sansó comenzará a competir mañana sábado con la intención de mantenerse entre los mejores del fútbol nacional juvenil.

El octavo y el sexto puesto cosechados en las dos últimas temporadas evidencian que están en disposición de lograr este año el objetivo de la permanencia. Espera un curso apasionante.