TW
0
MENORCA7 9
RICOH MANRESA7 7

LLANERA MENORCA (25+15+18+25): Reynés (23), Stojic (5), Krstic (2), Eley (18) y Moss (10) -quinteto inicial- Yáñez (5) Camps (8), Miguel (3), Stimac (4) y Sabaté (1).

RICOH MANRESA (20+18+16+19): Oliver (11), Navarro (4), Laviña (7), Ricci (17) y Patterson (2) -quinteto inicial- Llull, Sánchez (5), Riu y Rubio (11), Martínez (20).

Arbitro: Perea, Alzuria y Sánchez. Eliminaron a Krstic, del Menorca; a Laviña, del Manresa.

Xisco Cruz

Es el del Llanera Menorca un proyecto joven, nuevo. Un buen puñado de jugadores llegados de Croacia, un americano con recorrido, un técnico sin experiencia en la ACB. Todo son indicativos de que el grupo de Curro Segura es un colectivo inmaduro. Salvo cuando la hoja de servicios alcanza el nombre de Patricio Reynés, un tipo que no entiende de categorías. Ni de partidos de pretemporada. Un par de tiros libres sobre el filo del base de Maó le concedieron al Llanera un triunfo trabajado, labrado palmo a palmo, en cada salto, en cada balón dividido. El equipo menorquín se llevó la cita a su terreno, siempre tuvo el gobierno y sólo perdió intensidad al final, justo cuando más apretó el Ricoh Manresa. Fue entonces cuando emergió Reynés, siempre grande, siempre fiable (79-77). Reynés se dio cuenta de que la primera entrega del Ciutat de Palma se le iba de las manos al Menorca, y le echó un lazo al partido. A pesar de que el conjunto de Segura se había acomodado en distancias que siempre oscilaban entre los seis y los diez puntos, lo cierto es que el Manresa dio un arreón en el último cuarto y ajustó el choque. Hasta tal punto que a falta de un minuto había logrado igualar el encuentro (77-77), algo que no hacía desde el 4-4 de los albores del partido. Entonces Reynés tomó el mando, esperó a que le soltaron un manotazo desesperado y se lanzó hacia la línea de personal.