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Lorenzo Martínez|TORRE DEL GRECO
Rafael Nadal cumplió ante Daniele Bracciali, pero no así Juan Carlos Ferrero contra Andreas Seppi y, con ello, se mantienen las espadas en alto en una eliminatoria por la permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis, donde el dobles de hoy cobra importancia. No en vano, cuando la teoría hacía presagiar un resultado de la jornada con un 2-0 para España, ésta se ha cerrado con el 1-1 merced a un inesperado tropiezo de Ferrero.

Falló Ferrero en el inicio de la eliminatoria con un partido ante Seppi que suponía su reencuentro con la Copa Davis (no estuvo frente a Eslovaquia) y que, desde luego, no le ha dejado más que preocupación.

Y es que Ferrero, que se adjudicó los dos primeros sets (7-5 y 6-3) , eso sí sin grandes alardes tenísticos y aprovechándose de los errores de Seppi, se fue del partido justo cuando peor parecía estar su rival: 2-0 en contra y la aparición de calambres, que precisaron de atención del masajista.

Tal vez estos calambres fueron la salvación de Seppi, pues empezó a acortar los intercambios, a entrar más en pista para pegar duro, y la jugada le salió. El cambio de estrategia se le atragantó a Ferrero, que no supo contrarrestar a su rival y que dejó un buen número de bolas en medio de la pista de un italiano que, lógicamente, lo aprovechaba.

Ferrero cedió el tercer set en blanco (6-0) y se vio rápido por debajo en el cuarto (4-1); cedió la manga (6-3) dejando malas sensaciones y se fue al quinto y definitivo dejando grandes interrogantes y malas sensaciones.

En el inicio del quinto, en cambio, es cuando mejor jugó Ferrero en todo el partido. Dispuso de dos ocasiones de «break» en el cuarto juego, no las aprovechó y ahí se le fue el partido, ya que cedió de inmediato su saque.

Crecido
Seppi, cada vez más crecido, no desaprovechó la ocasión para convertirse en héroe, en batir a quien era su ídolo de pequeño, ante quien quería jugar en la Copa Davis y se alzó con un punto que hace soñar en el soñado «milagro» a los italianos.

Nadal, en cambio, hizo lo suyo. Arrasó a un Bracciali, sustituto de Potito Staracee, con un proceso gripal, e igualó la eliminatoria, con un fácil 6-3, 6-2 y 6-1.

El inicio, no obstante, fue de susto: 2-0 y 15-40 para Bracciali. Poco importaba, pues Nadal es muy superior, está en racha, en forma, y pronto evidenció que no sólo no llegaría la sorpresa, sino que iba a arrasar al rival.

La furia de Nadal la pagó Bracciali casi de inmediato. Y con ello se iguala la eliminatoria, se dejan las espadas en lo alto.

Ahora el partido de dobles de la jornada de hoy cobra gran importancia. Nadal y Feliciano López deben ganar a Bracciali y Giorgio Galimberti, lo que no será fácil pues son una pareja que viene jugando junta desde hace tiempo, y con buenos resultados. Además, juegan en casa y el público -en la jornda de ayer perfecto- seguro que dará todo de sí en apoyo de sus jugadores.

De momento, Corrado Barazzutti, capitán italiano, ha cumplido una parte de las bazas en que basaba en sus esperanzas de triunfo en la eliminatoria: ganar los partidos de Ferrero y el dobles, pues Nadal es imposible de derrotar. Esperemos que sea también intratable el balear en el dobles, donde ha empezar a progresar de manera notable.