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Madrid sigue sin comprometerse. Esta es la sensación con la que regresaron la consellera de Presidència i Esports, Rosa Maria Puig; el conseller d'Interior, José María Rodríguez; y el director general d'Esports, Pepote Ballester de la reunión que mantuvieron con el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. La cumbre Madrid-Balears tenía dos puntos importantes en el orden del día. Respecto al primero, el pabellón multiusos de Sant Ferran, apenas se avanzó. Ballester insistió en que el proyecto sigue siendo el mismo y pidió que estudiaran alguna fórmula para incrementar la financiación.

Sant Ferran cumple con los requisitos que el mismo CSD redactó para percibir un tercio del coste total de la obra. Govern Balear, Consell de Mallorca y Ajuntament de Palma van a asumir la financiación; la instalación va a albergar más de un acontecimiento de primer nivel internacional (Campeonato del Mundo de ciclismo en pista y Eurobasket); y los deportistas baleares van a poder beneficiarse posteriormente del pabellón. Las instituciones isleñas entienden que el CSD debería aportar 15 millones de los 46,4 millones de euros que va a costar la obra.

Cuanto menos reivindican los 6 millones de euros a los que se comprometió Ramón Socías, delegado del Gobierno. Los 3 millones que ofreció Rafael Blanco como última oferta siguen pareciendo pocos, aunque no da la impresión de que Lissavetzky vaya a realizar muchos esfuerzos más.