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Tolo Jaume
Quince vueltas sobre la Aprilia RSW 250 han sido suficientes para convencer a Jorge Lorenzo: «2006 va a ser una gran campaña, quiero ser campeón». El mallorquín probó ayer en el circuito valenciano Ricardo Tormo la motocicleta que pilotará el próximo curso y pese a la lluvia sacó conclusiones muy positivas de sus primeros kilómetros de la pretemporada.


Apenas han transcurrido 72 horas desde que bajó el telón el Mundial 2005 y varias de las figuras de las dos ruedas que han cambiado su montura ya han vuelto a ponerse el mono de trabajo. Sete Gibernau, Toni Elías, Dani Pedrosa... fueron muchos los que pusieron a prueba su adaptación a sus recién estrenadas motocicletas y Jorge Lorenzo uno de los que sacó mayor rendimiento a su estancia en el trazado de Cheste marcando 1:38.9, aunque bien es cierto que su compañero de equipo, el valenciano Héctor Barberá, obtuvo un registro sensiblemente mejor.


Los dos integrantes del equipo Fortuna Racing fueron junto a Marco Simoncelli los únicos pilotos de 250cc que empezaron a prepararse en la capital del Turia, donde los corredores de MotoGP coparon buena parte de los focos.
La experiencia a los lomos de una Aprilia no es nueva para el mallorquín. Antes de irrumpir en el Mundial de velocidad sobre una Derbi y con sólo 15 años, Lorenzo ya demostró su buen hacer en las categorías de formación que alimenta su nueva firma.
«Ha ido muy bien, la moto es muy diferente», valoró el piloto mallorquín, que también analizó que «quizás corre más en alto y tiene un poco menos de aceleración, pero es más estable en las curvas y es una característica que me gusta más y que va mejor a mi pilotaje».