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Las celebraciones del Son Amar Palma no suelen ser demasiado ostentosas. El calendario acostumbra a darles pocas oportunidades de festejar los títulos y la consecución de la Supercopa de España no es una excepción. Ayer la plantilla aterrizó en Son Sant Joan con el trofeo ganado el jueves en Burgos ante el Unicaja Almería, pero hoy regresa a la competición doméstica. El grupo de Marcelo Méndez se mide en el Palau d'Esports de Son Moix a las 18.00 horas con el Lleida.

«Con esta victoria salimos reforzados». Es la reflexión que hacen el presidente Ricardo Ramos, el entrenador Marcelo Méndez y el capitán Miguel Àngel Falasca. La Supercopa de España es la competición menor de las que afronta esta temporada el Son Amar Palma pero jugadores, cuerpo técnico y directiva coinciden al otorgarle especialmente un valor anímico. «Es importante porque ganamos el primer título, por el rival ante el que lo hicimos (Unicaja Almería) y por la contundencia con la que lo logramos» explica Falasca.

Este Son Amar Palma sólo ha empezado a crecer. El equipo ha cambiado considerablemente este curso y todo apunta a que el futuro está plagado de grandes emociones. Por el momento el grupo de Marcelo Méndez ha conseguido salvar un comienzo tremendamente complicado con muy buena nota. Lesiones, jugadores que llegaron con retraso, derrotas inesperadas. Nada ha conseguido desestabilizar al equipo y ahora la situación es muy diferente. Campeón de la Supercopa de España, con un pie y medio en los cuartos de final de la Top Teams Cup y situado en la nobleza de la Superliga.