TW
0
DRAC INCA 103
ALERTA CANTABRIA 78

DRAC INCA (31+23+28+21): Marc Blanch (4), Rod Brown (14), Antonio Reynolds (21), Jan Jagla (13), Anthony Stacey (11), -cinco inicial- Alberto Alzamora (5), Sergio Rodríguez (9), Óscar Rodríguez (0), Joan Riera (0), Alberto Ruiz de Galarreta (20) y Rogelio Legasa (6).

27 de 47 en tiros de dos puntos, 11 de 16 en triples y 16 de 20 en tiros libres. 37 rebotes (26 defensivos y 11 ofensivos) y 15 faltas personales.

CANTABRIA (17+15+21+25): Diego Lo Grippo (6), Isaac López (5), Lawrence Wallace (11), Dani López (14), Urko Otegui (11), -cinco inicial- Lluís Martínez (20), José Antonio Ferrer (9), Àlvaro Lombera (2) y Juan Pedro Cazorla (0).

27 de 46 en tiros de dos puntos, 6 de 23 en triples y 6 de 9 en tiros libres. 26 rebotes (15 defensivos y 11 ofensivos) y 18 faltas personales.

Àrbitros: Labrac Naranjo y Bey Silva. Sin eliminados. Castigaron con falta antideportiva a Urko Otegui.

Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada de la Liga LEB. Cerca de 1.500 espectadores siguieron en directo el choque en el Palau d'Esports de Inca.

Fernando Fernández

La bastaron apenas diez minutos al Drac Inca para evidenciar que es superior, muy superior al Alerta Cantabria. El espacio de tiempo necesario para que Rod Brown impusiera sus credenciales, Reynolds se exhibiera y la grada comenzara a creer que la Copa Príncipe es una posibilidad más que real. Porque derrota, más que eso noquear (103-78) al Cantabria, suponer eliminar un obstáculo del camino hacia Son Moix y atrapar el liderato gracias a los tropiezos de Aqua Mágica y León, sus compañeros de viaje en la planta noble de la LEB.

Cuando Jagla no estuvo bien, Legasa solventó la papeleta en defensa en un primer cuarto excepcional. Eso demuestra que el Drac posee una gran variedad de recursos. Entre Stacey y Reynolds se lo recordaron a los cántabros, cuya imagen dista mucho de la que se intuía. Así, un parcial de 12-0 permitió el despegue definitivo del Inca (31-17).

Los de Elorduy estaban contra las cuerdas tras el primer cuarto. Sólo Lluís Martínez daba señales de vida en el bando santanderino, que rozaba el ridículo en algunas fases. Muchos se preguntaban a qué jugaba el Alerta. Para colmo de males, apareció en escena la privilegiada muñeca de Galarreta. El héroe del Palau estableció la primera gran máxima (39-23) ante un rival desquiciado por completo y sumido en la anarquía.