La presión del Tarragona asfixia al Palma Aqua Mágica

TARRAGONA (12+20+21+27): Àlvarez (8), Victor (12), Mesa (11), Guzmán (8) y Alba (5) -cinco inicial-, Del Tio (22), Megía (0), Venturini (8), Ewans (4), Narros (2) y Bogaillet (0).

5 de 9 en tiros libres, 24 de 44 en tiros de dos y 9 de 24 en triples. 23 rebotes (8 ofensivos).

PALMA AQUA MÀGICA (7+18+17+20): Battle (2), Ruiz (4), Toledo (6), Vallmajó (3), Johnson (8) -cinco inicial-, Mena (0), Pampín (5), Pacreu (11), Miller (8) y Maras (15).

11 de 18 en tiros libres, 24 de 36 en tiros de dos y 1 de 8 en triples. 30 rebotes (6 ofensivos).

Àrbitros: Soto Latorre y Zafra Guerra. Sin eliminados.

P.S.|TARRAGONA

En la jornada en la que aspiraba a colocarse líder en solitario, el Palma Aqua Mágica recibió la bofetada más contundente. El grupo de Eloy Doce sufrió un contundente correctivo en su visita a la pista del Tarragona. Los baleares se movieron todo el partido sin rumbo. La presión del conjunto catalán dejó a los isleños sin brújula, sin fórmula para hacer llegar el balón a la zona y el resultado fue desastroso. Siempre por detrás en el marcador, el Palma Aqua Mágica terminó perdiendo de 18 puntos (80-62).

No iba a tardar demasiado el Club Baloncesto Tarragona en advertir al Palma Aqua Mágica que el partido no se jugaría según el guión que tenía previsto Eloy Doce. Un parcial de 8-0 en los minutos iniciales del encuentro daba una ventaja considerable a los locales (10-2). Los problemas se reproducían muy rápido en el equipo balear. Robert Battle cometía dos faltas personales antes de que se alcanzara el ecuador del primer cuarto, las pérdidas de balón se sucedían -llegó a perder nueve pelotas en este primer cuarto- y las soluciones no llegaban.

En medio de todo este desbarajuste sólo Maras logró poner algo de orden (12-7). Cuando parecía que el Palma Aqua Mágica encontraba el ritmo que más le interesaba (16-13), el Tarragona volvió a soltar otro zarpazo (22-13). La presión local impedía que los bases del conjunto baleares preparan bien las jugadas ofensivas y tanto Vallmajó como Mena sucumbían a la doble defensa del base y del 4 del Tarragona. La nave seguía sin rumbo y Battle continuaba acomodado en el banquillo (32-25 al descanso).