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¿Sería demasiado arriesgado o es una cita que a la que no se puede faltar? Esta es la gran disyuntiva que se plantea Rafael Nadal y su entorno. Los prismas son distinto cuando miran hacia el Open de Australia. Su círculo más íntimo ha desaconsejado al tenista que viaje a Melbourne ya que consideran que la reaparición es muy prematura, más tratándose de un Grand Slam. El jugador piensa que en estos días puede terminar de ponerse en forma y no quiere fallar al primer gran torneo del año. Hoy va a realizar en Barcelona el último entrenamiento antes de tomar la decisión definitiva. Jugar el Masters Series de Madrid está saliendo demasiado caro. Rafael Nadal jugó el torneo con molestias en la rodilla y durante la épica final ante Ivan Ljubicic -ganó en el tie break del quinto set tras haber perdido los dos primeros parciales- se lesionó en el tobillo. Estas molestias le impidieron participar en el Masters Series de París y en la Copa Masters de Shanghai y todavía no le han dejado debutar en el curso 2006. La progresión en los últimos días ha sido muy satisfactoria y Rafael Nadal quería viajar a Australia, pero su entorno trata de hacerle entender que era es esperar. Una recaída podría ser perjudicial para el resto del año y su círculo considera que habrá muchos años para coronarse en el Melbourne Park.

Rafael Nadal lleva casi tres meses sin poder competir por la lesión en el pie izquierdo. Trató de llegar a tiempo a Shanghai porque le hacía ilusión competir en su primera Copa Masters, pero tuvo que abandonar antes de saltar a la pista porque su pie se hinchaba al mínimo esfuerzo. La situación es diferente porque el dolor ha desaparecido completamente, aunque hay otros factores que deben valorarse. Tras regresar de China estuvo parado un mes y después de volver a los entrenamientos el doctor Angel Ruiz Cotorro, el médico de la Federación Española de tenis y su médico de confianza, decidió que era mejor colocarle unas nuevas plantillas para que al pisar no cargara todo el peso hacia el exterior y así proteger la zona afectada.

Las plantillas han provocado que Rafael Nadal sufriera sobrecargas por todo el cuerpo. Los movimientos eran diferentes y sufrían las piernas, la espalda. A medida que ha pasado el tiempo los dolores han ido disminuyendo y prácticamente se encuentra recuperado. A este argumento se agarra Rafael Nadal, mientras que su familia piensa que que, tratándose de un Grand Slam, volver sería prematuro. Prematuro porque Rafael Nadal va a llegar a Melbourne falto de ritmo. Si decide jugar tendrá que emprender viaje mañana sin haber entrenado lo suficiente y sin haber competido anteriormente. Este factor se acentúa por el hecho de que lleva desde octubre sin jugar ningún torneo y el nivel de los adversarios y la exigencia de los partidos va a ser muy alta.