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El peso del entorno de Rafael Nadal fue superior a las ganas del tenista de participar en el Open de Australia que comienza el próximo lunes. Su círculo más íntimo le recomendó que no viajase a las Antípodas para que no recayese de la lesión de su pie y no comprometiese el resto de la temporada con un regreso precipitado en el primer Grand Slam del año. El doctor Àngel Luis Cotorro fue el encargado de supervisar el entrenamiento del manacorí, que realizó una prueba en las instalaciones del Real Club de Tenis Barcelona, tras el cual se sometió a una nueva resonancia que analizase el estado de su pie izquierdo. Las pruebas médicas pusieron de manifiesto que la artritis postraumática había quedado atrás. Debido a esta lesión, el tenista de 19 años lleva alejado de las pistas desde el pasado mes de octubre, cuando en Madrid conquistó su cuarto Masters Series de la temporada, y que fue el causante de que no pudiera participar en otras grandes citas como el Masters de Shanghai.

«En estos momentos podemos decir que no tenemos a un jugador lesionado sino en un proceso de readaptación progresiva», afirma el doctor Ruiz Cotorro, quien reconoce que todavía era demasiado pronto para contemplar la reaparición de Nadal. «Tuvo una lesión de sobrecarga que se ha curado, si bien el proceso de recuperación es lento». El mallorquín se había sometido durante las semanas anteriores a diferentes estudios biomecánicos y de apoyo, habiéndosele confeccionado unas nuevas plantillas como medida de precaución para evitar futuras lesiones. Sin embargo, los cambios de apoyos por la utilización de estas plantillas habían derivado en sobrecargas musculares.

El problema residía en que las nuevas plantillas no se adaptaban a sus zapatillas, por lo que Rafa requería unas zapatillas más grandes, que hasta hace pocos días no tenía. Ahora que ya puede entrenar con ellas, le será más fácil su adaptación y su pisada será más firme, con lo que no cargará tanto los músculos de sus piernas. El jugador de Manacor reconoció que no puede afrontar la cita australiana con opciones de competir y prefiere esperar a que su pie esté al cien por cien. «El Open se Australia es un torneo demasiado importante como para ir en unas condiciones en la que no puedo competir con opciones. La realidad es que no juego un torneo desde la final de Madrid y sólo llevo entrenando a nivel competitivo diez días lo que no me permite afrontar con ninguna garantía un torneo profesional».