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El vestuario del Mallorca se ha tomado en serio lo de la autocrítica. Si el pasado domingo era Mark Iuliano el que asumía toda la responsabilidad de los puntos perdidos frente al Betis, ayer otro de los pesos pesados de la caseta isleña decidía alzar la voz para reconocer su bajo estado de forma. Juan Arango, que en los últimos meses ha pasado de ser el teórico líder del equipo a un jugador más en la pizarra de Cúper, admite que el nivel de su juego ha caído de manera alarmante y que tratará de remediarlo cuanto antes: «Tengo un bajón en mi juego y estoy preocupado», afirma. Desde su impresionante hat-trick ante la Real Sociedad (17 de septiembre de 2005), el rendimiento de Arango ha seguido una línea descendente y sólo algún que otro fogonazo puntual, como el tanto conseguido en el Ramón de Carranza, ha iluminado una trayectoria plagada de sombras. El venezolano lo explica subrayando que «en cualquier momento uno puede tener un bajón, y lo estoy sufriendo. No me salen las cosas en los últimos partidos y no estoy aportando nada o casi nada al grupo. Está claro que quiero volver a como estaba antes, a mi mejor forma física e individual para poder ayudar al equipo», señala.

El mediapunta en cambio, se niega a justificar su nivel de juego con los constantes cambios de posición a los que ha sido sometido este año, pero insiste en que «estoy bastante preocupado por lo individual, y porque no estoy aportando nada al equipo. He intentado hacer cosas que antes hacía bien y que ahora no me salen». Su compañero David Cortés también compareció ayer ante los medios en Son Bibiloni y pasó revista a lo sucedido en la última jornada: «La verdad es que siempre te queda la pena de poder haber conseguido los tres puntos porque los teníamos en la mano. Era un partido muy importante para nosotros, pero me quedo con el punto conseguido y espero que en estas dos salidas que viene ahora nos traigamos algo para casa», explicaba el lateral.

El capitán del plantel expuso también sus sensaciones acerca de los movimientos que se están produciendo en el vestuario una vez confirmadas las salidas de Peralta y Ballesteros: «Así es el fútbol, pero es una pena porque son compañeros nuestros e incluso amigos y sabemos que igual no están con nosotros dentro de muy poco. igual que le has tocado a ellos, otro año nos puede tocar a nosotros. Ellos son profesionales y no se les nota nada, aunque no creo que sea una situación cómoda», argumenta el lateral extremeño.