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Dicen que la historia se repite en cualquier orden de la vida, y sobre todo, en deporte. En la liga LEB de baloncesto, las lecciones que dictan los guarismos se aprovechan en un ochenta por ciento. Las estadísticas, que nunca mienten, reflejan que la mayoría de equipos que han vencido la Copa Príncipe han acabado subiendo a la ACB, a excepción de Melilla en 1999 y 2001 y del CAI Zaragoza en 2004. El resto de campeones, (Caja Cantabria, Fuenlabrada en dos ocasiones, Ourense, Lucentum Alicante y Tenerife) tienen en sus vitrinas la «ensaladera» que entregan a los ganadores, y en su curriculum, un posterior ascenso a la élite del básquet nacional.

De los cuatro que optan al entorchado copero en Palma, sólo el Inca ha podido colarse en la final en una ocasión. Fue en 1997 en la final de Pineda, en la que los hombres dirigidos por Jaume Ventura sucumbieron frente al Fuenlabrada por 91-75. A pesar de tener gran tradición tanto en ACB como en LEB, ni León ni Murcia han conseguido meterse en finales, como tampoco lo ha hecho ni el extinto Alcúdia Aracena ni, evidentemente, el recién nacido Palma Aqua Mágica.

Entre los jugadores sí hay muchos que tienen el título o el subtítulo en su palmarés con otras escuadras en las que han militado. En el Drac Inca, Alberto Alzamora tiene el honor de haber ganado la Copa con el Melilla en la campaña 2000-2001; su compañero Alberto Ruiz de Galarreta fue subcampeón el pasado ejercicio con el Menorca; en el Palma Aqua Mágica, Santi Toledo sabe lo que es levantar la copa de campeón, ya que lo hizo cuando jugaba en el Tenerife en la temporada 2002-2003; en el León Caja España hay dos jugadores que pueden presumir de haberse adjudicado la Copa Príncipe: uno de ellos es José María Panadero, que la ganó con el Melilla junto con Alzamora en la 2000-2001; y Sergio Pérez hizo lo propio con el Fuenlabrada en dos ocasiones, en la 2004-2005 y en la 97-98.

Desde 1997 hasta la actual edición ha habido algunos cambios en los clubes que militan en ACB y en LEB. Lucentum Alicante, Fuenlabrada, Menorca, Manresa y Bilbao, que jugaron las finales de 2002, 1998 y 2005, 2001 y 2003, respectivamente, continúan en la máxima categoría del baloncesto español. El resto, o siguen en LEB como Inca, Melilla, Tenerife, Plasencia o CAI, o descendieron a LEB2 como Ourense. De todos ellos, sólo los fuenlabreños y melillenses han repetido título copero.

Ahora, la Copa Príncipe, que ya se disputó en Palma de Mallorca en el año 1988 cuando la ACB regía esta competición y que venció el FC Barcelona, regresa a la capital balear con cuatro protagonistas que se han ganado a pulso su billete. Los dos equipos mallorquines se medirán en las semifinales por una plaza en la final y de esta forma, poder luchar por la consecución del título. Sea como fuere, cualquiera que la gane, será la primera ocasión que la consiga.