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Unicaja, como defensor del título, y Tau Cerámica y Winterthur FC Barcelona, como los dos equipos más fuertes en lo que va de ACB, parten en primera línea de la parrilla al título en una Copa del Rey que congregará en Madrid a lo más nutrido del baloncesto nacional y donde DKV Joventut, Real Madrid, como anfitrión, Pamesa y Gran Canaria, tratarán de jugar un papel más allá de meros invitados.

Los de Sergio Scariolo llegan con sus armas cargadas, empatados en el segundo puesto con los blaugranas, y su espectacular año en Europa, para defender su corona en el gran primer título en juego de la temporada, aunque para ello deberá luchar contra el peso de la historia y el maleficio del campeón.

Y es que ésta dice que desde 1988 el que levantó el título copero nunca fue capaz de volver a hacerlo al año siguiente, algo contra lo que Scariolo y sus hombres deberán revelarse con sus armas sobre la cancha, unas ideas claras en ataque y una sólida defensa que serán puestas a prueba el mismo jueves por la revelación de la temporada, el Gran Canaria.

Para que ese maleficio del campeón siga vigente parecen más que predispuestos los azulgrana y los baskonistas, los dos grandes favoritos teniendo en cuenta lo que ha sido la ACB hasta ahora, donde siempre han estado en la zona alta. Ambos llegan a Madrid en un momento más que óptimo para intentar plasmar en títulos su buen caminar en el curso, aunque para ello deberán superar duros obstáculos en su camino.

Los de Dusko Ivanovic parecen que tendrán el más alto en su primer paso, el Real Madrid, que tuvo que luchar hasta el final por la plaza de anfitrión para aspirar al título. Un clásico siempre es un clásico y el momento de dudas e interrogantes que viven los blancos no debe hacer bajar ni mucho menos la guardia a los de la Ciudad Condal.

En este caso todo parece estar del lado de los catalanes, que dominan con mano de hierro los cara a cara, especialmente en la Copa, donde han impuesto su ley en los últimos seis enfrentamientos, aunque un Real Madrid herido en su orgullo siempre es peligroso.

Si superan esta primera piedra en el camino, al Barça le podría esperar en semifinales un Tau Cerámica que primero deberá deshacerse, eso sí, de un DKV Joventut que tratará de repetir su gran papel de Sevilla 2004, donde como tapado se sacó de la chistera una Copa donde sólo terminó cediendo ante los baskonistas en la final.

Por ello este cuarto tiene aroma de revancha para los Rudy Fernández, que vivió su eclosión como jugador en Sevilla, y Elmer Bennett, todo un experto copero y que volverá a reencontrarse con un equipo donde impartió en España sus primeras clases magistrales de baloncesto.

Igualdad
El más igualado de todos los duelos de cuartos puede ser el que tendrá a Pamesa Valencia y Akasvayu Girona como protagonistas. Los valencianos, unos habituales en la Copa desde que levantarán el título en Valladolid en 1998, llegan en esta ocasión con un proyecto más modesto, pero a la vez más realista que los sueños de grandeza de los últimos años.

Ricard Casas se ha encargado de hacer un bloque que casi siempre sabe a lo que juega aunque ha visto en las últimas jornadas cortada un poco la progresión de la que hizo gala en enero, como da muestra la derrota sufrida en la última jornada ante el Leche Río Breogán.

Para el Akasvayu Girona, por su parte, ésta será su tercera Copa, tras las de Las Palmas'90 y Granada'92, y una buena oportunidad de llamar con fuerza a la puertas de los grandes.

Los Raúl López, Fran Vázquez, Terrell Myers, Arriel McDonald o Roberto Dueñas han funcionado a tirones en lo que va de temporada y esta Copa puede ser un buen punto de inflexión para demostrar que también pueden ser un gran conjunto además de brillantes individualidades.