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Si Mario Palma tiene la misma elocuencia y la misma desenvoltura en su oratoria fuera que dentro de la pista, el Aqua Mágica tiene mucho ganado. El club palmesano ha fichado a un entrenador con las ideas claras, que si las lleva a efecto tal y como pretende, pueden darle la receta del éxito. El nuevo técnico del bloque celeste ha firmado para lo que resta de temporada con opción a renovar en caso de que ascienda a la liga ACB. Además, si esto ocurre, podrá compaginar su labor en la plantilla mallorquina con la de seleccionador de Angola, con la que también mantiene su contrato en vigor. Aterrizó ayer por la tarde en Son Sant Joan, compareció ante los medios y no quiso intervenir en el entrenamiento del equipo, que dirigió el que será su segundo, Àngel Colino, y que presenció desde la grada del Palau de Son Moix. «Afronto este reto con confianza, sabiendo que es muy difícil porque la LEB es muy complicada, ya que ocho o nueve equipos quieren ascender a la ACB y sólo dos ascienden. No puedo prometer nada, porque ahora vamos a intentar recuperar la confianza que hemos perdido y poco a poco volver a la dinámica de ganar partidos. La clave va a ser que estemos todos unidos, porque si no, no podremos ganar. El primer objetivo será jugar la final, luego subir a la ACB y posteriormente ganar el título de la LEB», afirmó.

Palma recordó que como entrenador ha ganado 56 títulos y en su diccionario no figura la palabra presión. «Vengo aquí porque es un equipo con opciones de ascender. No sé si en dos meses y medio será posible, porque no hago milagros, pero hay que tener confianza en la plantilla, ya que quiero ascender a la ACB». Su puesta de largo será mañana en Melilla, donde llegará sin realizar ningún entrenamiento junto al equipo. Esta tarde y la mañana antes del partido serán las dos únicas tomas de contacto del preparador portugués con sus jugadores. De todas formas, piensa hablar con todos ellos. «Sería un error por mi parte llegar aquí e intentar cambiarlo todo. Si el equipo recupera la autoconfianza seguro que ganamos, porque a estos jugadores no se les puede olvidar jugar a baloncesto en tres semanas», argumenta.

Se declara un enamorado de la defensa individual y del juego al contraataque. Además, «debemos meter el balón cerca de la canasta, no cometer muchas pérdidas, no dar puntos fáciles al adversario y tener buen balance defensivo. Las cuatro cosas más importantes son jugar duro, con intensidad defensiva, jugar unidos y con inteligencia, además de que el equipo no se sienta presionado», expresa Mario Palma. El ex técnico del Benfica tiene tres reglas para dirigir un equipo: «Nunca he aplicado una multa, que se trabaje duro y no crear problemas. Si a ello se le llama ser duro, pues lo seré. El 99% de los jugadores que he tenido son ahora mis amigos», relata.